Películas tan malas que deberías ver al menos una vez en la vida

Estas cintas son tan malas que ya se volvieron película de culto. Tres desastres cinematográficos que no podés dejar de ver al menos una vez.

Vas a querer perderte esta película pero deberías verla.

Vas a querer perderte esta película pero deberías verla.

Birns and Sawyer

Hay películas que, por una razón u otra, terminan cargando con una etiqueta difícil de despegar: la de “malas”. A veces es por sus actuaciones, por sus guiones incoherentes o por sus efectos visuales dignos de otro siglo. Pero con el tiempo, algunas de ellas logran lo impensado: convertirse en verdaderas obras de culto.

Porque lo imperfecto, lo exagerado o lo involuntariamente gracioso también tiene su encanto. En el fondo, esas películas que nadie se toma en serio son las mismas que reúnen multitudes en funciones de medianoche, inspiran memes y despiertan simpatía. Es el poder de lo kitsch, lo absurdo o lo tan malo que se vuelve bueno.

Acá te dejamos tres películas “malas” que, por distintas razones, merecen ser vistas. No por su perfección, sino precisamente por todo lo contrario.

The Room (2003)

the room
En 2013, James Franco llevó al cine la realización de esta película en The Disaster Artist.

En 2013, James Franco llevó al cine la realización de esta película en The Disaster Artist.

Todo en The Room parece salido de un sueño confuso: personajes que entran y salen sin razón, subtramas que desaparecen y un protagonista que ríe en momentos completamente fuera de lugar. Escrita, dirigida, producida y protagonizada por Tommy Wiseau, esta película intenta contar un drama sobre la traición y la amistad, centrado en Johnny (Wiseau), un hombre cuya novia lo engaña con su mejor amigo. Hasta ahí, todo normal… pero el problema (y también el encanto) está en su ejecución. A pesar (o gracias) a eso, se convirtió en una comedia involuntaria que el público transformó en una experiencia ya clásica: la gente lanza cucharas a la pantalla, repite frases icónicas y celebra su rareza como si fuera una obra maestra.

Batman Forever (1995)

batman forever
Schumacher realizó una película con una propuesta mucho más pop que las anteriores.

Schumacher realizó una película con una propuesta mucho más pop que las anteriores.

Cuando Tim Burton dejó la dirección de Batman, el estudio buscó un tono más “familiar”. El resultado fue Batman Forever, de Joel Schumacher. La historia sigue al héroe de Gotham (Val Kilmer) enfrentándose a Dos Caras (Tommy Lee Jones) y al Acertijo (Jim Carrey), mientras intenta mantener su vida doble y coquetear con la psicóloga Chase Meridian (Nicole Kidman). El problema es que, en su intento de ser más divertida, la película se convirtió en un carnaval “cringe”. Los colores neón dominan cada escena, los villanos actúan como si estuvieran en una caricatura, y los trajes (con pezones incluidos) rozan lo paródico. Pero con los años, Batman Forever ganó un estatus de película de culto: es el retrato más puro del espíritu de los 90, un caos que mezcla glamour, exageración y nostalgia pop.

Plan 9 from Outer Space (1959)

plan 9 outer space
Algunos críticos, como Michael Medved, la consideran la peor película de la historia del cine.

Algunos críticos, como Michael Medved, la consideran la peor película de la historia del cine.

Dirigida por Ed Wood, considerado el peor director de la historia, Plan 9 from Outer Space es una mezcla desastrosa de ciencia ficción, terror y comedia involuntaria. La trama gira en torno a unos extraterrestres que llegan a la Tierra y resucitan a los muertos (sí, zombies) para impedir que los humanos creen un arma que podría destruir el universo. El concepto podría sonar interesante, pero la ejecución fue tan torpe que se vuelve imposible tomarla en serio. Los efectos especiales eran de cartón literal: los platillos voladores cuelgan de hilos visibles, los decorados tiemblan y las actuaciones parecen improvisadas. Su pasión artesanal y su absoluta falta de autoconciencia la convirtieron en la joya máxima del cine “malo”. Hoy es vista como una oda a los soñadores que filmaban sin presupuesto, pero con amor por el cine.