¿Por qué Sandra Bullock odia las comedias románticas? La actriz tiene una explicación muy lógica
Aunque fue una de las reinas de la comedia romántica, Sandra Bullock nunca se sintió cómoda en ese trono.
Sandra Bullock tiene muy claro que quiere para su carrera.
Editor de fotosPocas actrices han sabido dominar el ritmo y el carisma de la comedia romántica como Sandra Bullock. Películas como La propuesta, Premonición, Mientras dormías o Miss Agente Especial la consolidaron como una figura clave del género durante más de una década. Sin embargo, lo curioso es que la actriz ganadora del Oscar nunca se sintió del todo cómoda con ese título. Mientras el público la celebraba como una de las referentes de las historias de amor con toques de humor, ella sentía que su carrera estaba siendo encasillada.
La realidad es que esa incomodidad no venía de interpretar romances, sino del lugar que el género ocupa en el cine, especialmente cuando se trata de mujeres. “Normalmente, la comedia solo está disponible para nosotras, las mujeres, en la comedia romántica”, confesó en una entrevista con The Guardian. “Por eso odio las comedias románticas. Quiero hacer comedias cómicas. ¡Volvamos a ser divertidas!”.
Aunque Bullock ha protagonizado comedias exitosísimas, lo cierto es que siempre buscó escapar de los moldes. De hecho, en muchas ocasiones también se desempeñó como productora para tener más control sobre los proyectos. Esa necesidad de independencia y reinvención la llevó a asumir papeles dramáticos que rompieron con la imagen construida durante los años 90´y 2000, como su papel en Un sueño posible, que le valió el Oscar, o su destacada actuación en Gravedad.
Sandra Bullock es muy clara sobre su deseo de desafiar las etiquetas. La actriz reconoció que durante mucho tiempo Hollywood solo permitía a las mujeres ser graciosas si el guion iba acompañado de un romance. Y aunque muchas de esas historias fueron taquilleras, ella sentía que había algo más por explorar. El humor, para la actriz, no debería depender de un interés amoroso como excusa.
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Este conflicto entre lo que el público ama de ella y lo que ella busca como artista también se refleja en su relación con las secuelas. Alguna vez llegó a decir que Speed 2 era “una de las peores” películas que había hecho. En una charla con Daniel Radcliffe fue aún más tajante: “Todas [las secuelas] han sido un completo desastre. Las mías son todas malas”.
Hoy, con una carrera consolidada, Bullock puede mirar atrás y entender el efecto de esas comedias románticas en su vida profesional. Fueron una plataforma, sí, pero también una jaula. El público la recuerda con cariño en esos papeles pero ella ha dejado claro que no quiere que su legado se limite a ser “la chica de las comedias románticas”. Quizás por eso, en cada nueva aparición, Sandra Bullock sigue buscando algo distinto: un personaje que la rete, una historia que diga algo más y, sobre todo, una comedia que no dependa del amor para hacernos reír.