Sylvester Stallone elige su película que menos envejeció y para sorpresa no es Rocky, ni Rambo
Ni Rocky, ni Rambo, Sylvester Stallone cree que este filme de los 90 es el que mejor se sostiene en el tiempo.
Sylvester Stallone goza de vasta carrera, la cual le ha dado al público historias como Rocky o Rambo. Recientemente el actor sorprendió al elegir una de sus películas de los 90 como la que menos ha envejecido y teniendo en cuenta la fecha, tranquilamente podría referirse a algunas de las entregas de John Rambo o del Semental Italiano, pero no.
La elección de Sylvester Stallone
Sly participó de la icónica entrevista de GQ donde las estrellas repasan sus personajes más icónicos. Allí la estrella de 79 años habló sobre Rocky Balboa en Rocky y la trilogía Creed, John Rambo en Rambo, Barney Ross de la saga The Expendables (2010-2023), John Spartan de Demolition Man (1993), Freddy Heflin de Cop Land (1997), Marion Cobretti de Cobra (1986) y el más reciente de todos Dwight “El General” Manfredi, de Tulsa King.
Durante el repaso el Stallone sorprendió al revelar que El Demoledor (Demolition Man) es una de sus películas que "menos ha envejecido". "Creo que fue una gran película. Es una de las pocas que realmente se sostiene, y está casi a punto de suceder", explicó Stallone haciendo alusión al estado del mundo actual tal como se muestra en la película de Marco Brambilla.
Sylvester Stallone y Wesley Snipes frente a frente en el recordado póster de Demolition Man.
El Demoledor
Esta historia de acción y ciencia ficción nos lleva al año 1996, momento en que la ciudad de Los Ángeles está bajo una oleada de violencia. En ese contexto conocemos a John Spartan (Stallone), un recio policía que está tras los pasos del terrorista más peligroso y letal, Simon Phoenix (Wesley Snipes). Tras de un intento fallido para capturarlo, Spartan es condenado junto a Phoenix a ser recluidos en una prisión criogénica, donde serán congelados hasta ser reformados.
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Transcurren 36 años, es el año 2032, el mundo ha cambiado, la sociedad no es la misma, es más pacífica y la tecnología está por doquier. En este futuro, Phoenix es descongelado para una extraña audiencia de libertad condicional, el problema es que el hábil terrorista se las arregla para escapar. Incapaces de detener a Phoenix, la sociedad del futuro decide descongelar a la única persona capaz de frenarlo: John Spartan.
"No sé qué pusieron ustedes a mi agua congelada, pero al descongelarme sólo tenía deseos de tejer. ¿Cómo es que se lo que es un cierre, una lanzadera, una maldita boina o petit point?".
"Me pareció muy, muy contemporánea. Me pareció realmente bien hecha", contó Sly al tiempo que recordó que tuvo un reciente encuentro con el director de El Demoledor.
Stallone no se olvidó de elogiar el trabajo de su compañero, Wesley Snipes quien se lució como el villano de la historia. "Wesley era un salvaje. Es un tipo salvaje, muy enérgico, un buen luchador. Cuando practicábamos patadas, había algunas cosas como una placa aquí, así que podía golpearme con fuerza, y yo lo sentía, y era genial", detalló el actor.
Wesley Snipes como el infame Simon Phoenix.
Lo más complicado del futuro
Hacia el final, Sly recordó dos de los momentos más complicados y a la vez peligrosos del filme. El primero es la escena de la garra en la crioprisión, durante la batalla final de Spartan contra Phoenix. El actor detalló que todo era real, no había nada de CGI y que al momento de “quedar atrapado por la garra” temía que el sistema hidráulico jugara una mala pasada dejando que caiga al vacío.
La segunda escena que detalló fue el momento de la criogenización de John Spartan. Para esto Sly se metió una tina redonda armada con un grueso plexiglás. El material era tan resistente que no podía romperse ni con un mazo.
Sandra Bullock otro de los grandes aciertos de El Demoledor.
"Empezaron a verter aceite caliente, y se iba llenando, llenándose hasta mi boca. Si duraba más de 30 segundos, me llegaría por encima de la nariz y no podía salir porque la tapa estaba atornillada", cuenta Sly. "Tenía a un par de tipos sentados allí con mazos y hachas. Y les dije, ahora que la escena había terminado: '¿Por qué no intentan abrirlo?' Y por supuesto, le dieron 20 golpes, pero no pudieron romperlo. ¡Fue una locura!", concluyó.







