Ted Sarandos salió a calmar las aguas y asegura que Netflix respetará los estrenos de cine de Warner Bros., por ahora
Netflix promete respetar los estrenos en cines si compra Warner Bros, aunque la industria teme un golpe histórico al negocio de la exhibición.
Netflix compra Warner Bros. Discovery
NetflixEn el día de la fecha, Hollywood amaneció con una noticia bomba. Tras meses de rumores y especulaciones, Netflix confirmó la compra de Warner Bros. Discovery por 82.7 mil millones de dólares.
La novedad ha sacudido por completo a la industria, no solo porque se trata de una operación histórica dentro del negocio del streaming, sino porque también abre un interrogante inmenso sobre el futuro de las ventanas de exhibición y el lugar que ocuparán los cines si el mayor servicio de streaming del planeta se queda con uno de los estudios más emblemáticos.
El co–CEO de Netflix, Ted Sarandos, salió a calmar las aguas durante una conferencia con inversores. Aseguró que la compañía no tiene ningún problema con las salas y que, si la operación avanza, planean mantener la política actual de Warner. Según él, los estrenos en cines seguirán igual, al menos por ahora.
El rol de Netflix en los estrenos de cine
Sarandos recordó que Netflix ya lanzó varias películas en cines durante 2025, aunque con recorridos más breves que los de un estudio tradicional. Reafirmó que lo único que cuestionan es la duración de las exclusividades, algo que consideran poco conveniente para el público. Para el ejecutivo, el objetivo final es que las películas lleguen rápido a los espectadores, sin perder la posibilidad de empezar su "ciclo de vida" en una sala de cine.
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El directivo deslizó que ese ciclo podría evolucionar pronto. En el comunicado oficial lanzado por Netflix, estiman que la operación de adquisición se completaría en los próximos 12 a 18 meses, es decir, entre 2026 y 2027. Si bien no se esperan grandes cambios en lo inmediato, sí una flexibilización progresiva que permita ir ajustando los estrenos según el comportamiento del público. En esa línea, aclaró que no ven una modificación drástica en la estrategia, ni para las producciones propias ni para las de Warner. Las películas del estudio seguirán estrenándose donde siempre, mientras que los títulos originales de Netflix mantendrán ese esquema mixto que incluye algunas funciones en salas antes de llegar a la plataforma.
Aunque el grueso de su catálogo se estrena directamente en streaming, Netflix ha optado por el lanzamiento limitado de algunos de sus títulos y así poder cumplir con los requisitos que exije la Academia de Hollywood de cara a la temporada de premios. Este año exhibieron títulos como Jay Kelly de Noah Baumbach, Frankenstein de Guillermo del Toro y Una casa de dinamita de Kathryn Bigelow. También anunciaron que las adaptaciones de Las crónicas de Narnia de Greta Gerwig, también harán su paso por los cines.
A eso se suma la compra y restauración de dos salas históricas, el Paris en Nueva York y el Egyptian en Los Ángeles, un gesto que siempre alimentó la idea de que la empresa no quiere cortar la relación con las pantallas grandes.
Por qué la industria teme un impacto negativo en las pantallas grandes
En las negociaciones previas a ganarle la pulseada a Paramount y Comcast, Netflix ya había adelantado a los ejecutivos de Warner Bros. Discovery que respetaría los contratos vigentes de estrenos en salas. La confirmación volvió a aparecer en el comunicado oficial que anunció el acuerdo preliminar, donde la compañía aseguró que planea mantener las operaciones actuales y potenciar las fortalezas del estudio, incluidas las películas pensadas para exhibirse en cines.
Sin embargo, el sector de la exhibición no recibe la noticia con el mismo entusiasmo. Algunos dueños de salas de cine dudan de la promesa de Netflix y recuerdan declaraciones pasadas de Sarandos en las que sugería que los cines eran un modelo "anticuado". En una entrevista con Time, el ejecutivo remarcó que solo una parte del público vive cerca de un multiplex y que la mayoría depende del streaming para acceder a los estrenos.
La asociación Cinema United, la mayor agrupación de exhibidores del mundo, publicó un comunicado feroz tras el anuncio. Consideran que la compra representa una amenaza inédita para los cines, desde los grandes complejos hasta las salas de una sola pantalla en pequeñas ciudades. Su presidente, Michael O’Leary, advirtió que el modelo de negocios de Netflix no favorece la exhibición y pidió a los reguladores revisar en detalle el acuerdo. Temen que, si Netflix termina dictando las reglas, la oferta en salas disminuya y termine afectando tanto a la industria como a los espectadores que todavía valoran la experiencia colectiva del cine.
La pelota ahora queda del lado de los organismos que deben aprobar la operación. Mientras tanto, Hollywood observa atento. El futuro de uno de los estudios más grandes del mundo podría redefinir, otra vez, cómo vemos películas en la era del streaming.






