El drama de uno de los protagonistas de La Casa de Papel obsesionado con su físico

El drama de uno de los protagonistas de La Casa de Papel obsesionado con su físico

La joven estrella de La Casa de Papel y Élite habló sobre el lado oscuro de ser una celebridad y confesó que padece un problema con el que tiene que luchar a diario.

Redacción QueVer

En muchas ocasiones nos damos cuenta que cuesta separar al actor de su personaje. Después de todo, al final del día no son más que personas de carne y hueso como cualquier otra, con algún que otro drama al que enfrentarse. Este es el caso de Miguel Herrán, el protagonista de éxitos internacionales de Netflix como La Casa de Papel y Élite, quien reveló que padece un trastorno que ha intentado ocultar por años.

En una reciente entrevista al diario El País, el actor de 24 años confesó que sufre vigorexia. Se trata de un trastorno, no estrictamente alimentario, pero sí ligado a la distorsión de la propia imagen corporal. Lo que lleva a quien lo padece a preocuparse en exceso por desarrollar un físico atlético.

El actor que encarna a Río contó que padece este problema desde su adolescencia y que todavía lucha contra él. "Tengo espejos en los que me tengo prohibido mirarme con ciertas luces porque sé que me voy a obsesionar. Es una obsesión continua, porque una vez empiezas ya no paras", dijo Herrán al medio español.

Si bien aclaró que lo tiene controlado, reconoció que ha tenido época en las que le ha costado mucho aceptar su cuerpo. El galán contó que uno de sus peores momentos fue durante la filmación de La Casa de Papel.



"Llegó un momento en el que si me agachaba me reventaba el mono. Me pidieron que parase y yo les decía que vale, pero no paraba. Cuando me decían que estaba más grande yo les respondía que era percepción suya”, relató el actor que aún lucha por aceptar la fama que ha adquirido en los últimos años.

Por último, reconoció que "todo depende de la cabeza" y que es imposible gustarle a todo el mundo. "Mi vida es mi vida y no puedo estar intentando agradar a todo el mundo. No es mi trabajo, no me gusta, no lo disfruto”, concluyó.

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