Final explicado de La culpa no es mía: ¿Vito y Marina terminan juntos?

En un giro inesperado, la película italiana La culpa no es mía concluye con el triunfo del amor y la justicia. El padre de Marina interviene en el último momento para detener la demolición del edificio donde residen Vito y Antonello en la cinta que se ha ubicado entre lo más visto de Netflix.

La revelación del fraude millonario de Federico, quien había manipulado la situación del inmueble para construir un hotel de lujo, marca un punto de inflexión. El novio de Marina había orquestado un esquema que incluía sobornos a funcionarios y la creación artificial de desperfectos para devaluar la propiedad.

Mirá el tráiler de La culpa no es mía:

Marina decide apartarse de la empresa familiar tras el escándalo. Antonello, percibiendo el amor entre su hermano y Marina, coloca estratégicamente el teléfono de Vito en el bolso de ella. La grabación contenida en el dispositivo revela los verdaderos sentimientos de Vito y su renuncia a estafarla.

El desenlace trae múltiples alegrías para los protagonistas. Marina escucha la confesión y reconoce su amor por Vito, el único que comprendió su pasión por la cocina. Esta realización la impulsa a abrir un restaurante accesible pero con comida excepcional.

La película cierra con un final feliz en todos los frentes. Vito obtiene la custodia completa de su hijo Napoleón, mientras que Marina encuentra su verdadera vocación lejos del negocio inmobiliario. La pareja demuestra que el amor puede surgir incluso de las circunstancias más complejas.