Día cero en Netflix: la nueva serie con Robert De Niro quiere ser más de lo que es y se queda a mitad de camino

Robert De Niro se sumerge por primera vez en un protagónico televisivo con 'Día cero', el nuevo thriller político de Netflix de 6 episodios.
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Tras convertirse en una de las grandes leyendas del cine, y a sus 81 años, Robert De Niro decidió tener una probada de lo que es hacer una serie de televisión. Claro que hace un tiempo tuvo un pequeño cameo en Nada, la miniserie argentina estrenada en 2023. Pero ahora lidera el thriller político de Netflix, que promete una trama cargada de tensión y misterio.

Día cero (Zero Day) es la nueva apuesta original de Netflix que ya se encuentra disponible en la plataforma. La acción inicia cuando los Estados Unidos es atacado por un devastador ciberataque que deja más de 3 mil muertos y amenaza con desencadenar un caos aún mayor. En plena crisis, el gobierno actual decide convocar al expresidente George Mullen, interpretado por De Niro, para liderar la investigación y encontrar al responsable. Sin embargo, lo que a simple vista parece un caso de seguridad nacional pronto se convierte en una red de conspiraciones más grave de lo esperado.

Creada por Eric Newman, Noah Oppenheim y Michael Schmidt, Día cero tiene la capacidad de atrapar desde el comienzo. Desde los primeros segundos, la serie nos muestra al personaje de Mullen en una carrera contra el tiempo mientras lucha por recordar la clave de la caja de seguridad, mientras gritos y golpes amenazan con derribar la puerta. ¿Qué esconde? ¿Quién lo persigue? ¿Será demasiado tarde?

 

Esos pocos segundos de acción, suspenso y misterio son suficientes para dejarnos enganchados a la pantalla y sumergirnos en la historia. Sin embargo, ese gancho inicial comienza a diluirse a medida que la trama avanza. Y es que si bien Día cero tiene todos los condimentos para ser una gran serie de suspenso, se ve forzada a comprimir una historia que merecía más tiempo para desarrollarse.

Uno de los principales problemas de la serie es su desequilibrio narrativo. Los primeros episodios se enfocan en descubrir quién está detrás de los ataques, pero los capítulos intermedios cambian el foco hacia el desarrollo de personajes secundarios. Y si bien esto es necesario, lo único que provoca es que el show se aleja del misterio central, cambiando el ritmo. Cuando finalmente se retoma la investigación, la historia llega a su conclusión, dejando varias preguntas sin respuesta.

Robert De Niro y Jesse Plemons en Día cero. Crédito: Netflix 

Pero volviendo a lo bueno, las actuaciones son uno de los mayores atractivos. Robert De Niro hace una gran interpretación de George Mullen, un hombre que cuenta con la autoridad de un líder pero que continúa siendo perseguido por los fantasmas del pasado. A esto se suma una compleja relación con su hija Alexandra (Lizzy Caplan), quien se desempeña como congresista. También encontramos a Jesse Plemons como Roger, la mano derecha de George, que no solo mantiene una relación sentimental con Alex, sino que además esconde algún que otro secreto. El resto del elenco incluye Connie Britton, Joan Allen, Matthew Modine, Angela Bassett, Dan Stevens, Clark Gregg y Bill Camp, entre otros. 

Donde Día cero tropieza es en su ambición de querer ser más que un simple thriller político. La serie intenta abordar temas como la desinformación, la manipulación mediática y las luchas internas del poder, pero al abarcar tanto en tan poco tiempo, muchos de estos elementos quedan apenas esbozados.

La serie cuenta con un elenco sólido liderado por Robert De Niro. Crédito: Netflix 

Esto no significa que Día cero sea una mala serie. Todo lo contrario. Es buena, se deja ver y el elenco resulta más que suficiente para maratonear los 6 episodios en un fin de semana. Para los fanáticos de Robert De Niro, la serie tiene momentos de sobra para disfrutar de su actuación, y para quienes buscan un thriller rápido y entretenido, cada capítulo cierra con un giro imprevisto, haciendo que sea irresistible no reproducir el siguiente episodio. Eso sí, quienes esperen un desenlace redondo y respuestas claras podrían quedarse con ganas de más.