Dónde se filmó Ciudad tóxica, la serie británica que triunfa en Netflix

La nueva serie de Netflix, Ciudad Tóxica, protagonizada por Jodie Whittaker, ha capturado la atención del público con su cruda representación de un escándalo ambiental real. Aunque la trama se desarrolla en Corby, Northamptonshire, la producción eligió diversas localidades del noroeste de Inglaterra para sus grabaciones.

Las cámaras comenzaron a rodar en agosto de 2023, estableciendo como base principal la región norte del país. Bolton se convirtió en una pieza fundamental del rodaje, aportando su emblemático Le Mans Crescent con sus distintivos edificios curvos que albergan el centro cívico.

Mirá el tráiler de Ciudad Tóxica:

El pub Mosley Arms, ubicado en el distrito Breightmet de Bolton, también apareció en pantalla bajo un nuevo nombre: The Rockingham Arms. Esta localidad, frecuentemente utilizada en producciones como "Peaky Blinders" y "Happy Valley", refuerza su apodo como el "Hollywood del Norte".

En West Yorkshire, la producción eligió la ciudad de Holmfirth, donde se filmaron escenas en el Hospital Memorial de Holme Valley. Esta locación resultó particularmente significativa para Whittaker, quien nació en la cercana Huddersfield, dentro de la misma región.

Trafford, en el Gran Manchester, sirvió como escenario para secuencias claves de la protagonista. Los vecinos de Sale pudieron observar a Whittaker caminando por Brooklands Road con un vientre de embarazo falso, empujando un cochecito junto a un niño actor.

Liverpool también aportó su majestuosidad arquitectónica a la serie. Los equipos de filmación transformaron la cámara interna del Ayuntamiento en una sala de tribunal durante septiembre de 2023, recreando las batallas legales que sustentaron el caso real.

La serie narra la lucha de varias madres cuyos hijos nacieron con malformaciones debido a la contaminación generada por una antigua acería. Junto a Whittaker, el elenco incluye a Aimee Lou Wood y Claudia Jessie como las otras madres afectadas, mientras que Robert Carlyle y Brendan Coyle interpretan a funcionarios del ayuntamiento.

Aunque ambientada en los años noventa en Northamptonshire, las cámaras nunca llegaron a Corby. La versatilidad de las locaciones del norte británico permitió recrear fidedignamente los escenarios de esta impactante historia sobre justicia ambiental que Netflix está promocionando como "la Erin Brockovich del Reino Unido".