El crucero de la caca: la respuesta de la compañía tras el polémico documental de Netflix
El documental Fiasco total: El crucero de la caca se ha ubicado entre lo más visto de Netflix en gran cantidad de países. La compañía de cruceros Carnival salió a responder.

El documental se ha ubicado entre lo más visto de Netflix
La compañía de cruceros Carnival emitió una declaración oficial tras el estreno del documental de Netflix, Fiasco total: El crucero de la caca, el cual examina el incidente de 2013 conocido como el "crucero de los desechos". La empresa calificó el episodio como "un momento de aprendizaje para toda la industria de cruceros" y destacó las medidas correctivas implementadas desde entonces. El documental de Netflix repasa el viaje que mantuvo a casi 4.000 pasajeros varados en el Golfo de México durante cinco días sin servicios básicos.
El incidente ocurrió en febrero de 2013 durante una travesía de cuatro noches desde Galveston, Texas, hacia Cozumel, México. Un incendio en la sala de máquinas del entonces llamado Carnival Triumph interrumpió el suministro eléctrico y dejó la embarcación a la deriva. Los pasajeros enfrentaron condiciones extremas sin aire acondicionado, iluminación ni baños funcionales. Las altas temperaturas del golfo obligaron a muchos huéspedes a trasladar sus colchones al exterior para escapar del calor sofocante.
Mirá el tráiler del documental:
La producción de Netflix incluye testimonios de pasajeros, tripulantes, periodistas y abogados que documentaron el desarrollo de la crisis. El documental de 55 minutos presenta material audiovisual grabado a bordo durante el incidente, mostrando cómo las aguas residuales comenzaron a filtrarse por diversas secciones del barco. Los relatos de primera mano revelan el deterioro progresivo de las condiciones sanitarias y la escasez de alimentos que caracterizaron la experiencia.
Carnival destacó en su respuesta las inversiones realizadas para prevenir situaciones similares. La empresa reveló que destinó más de 500 millones de dólares en mejoras de seguridad para toda su flota tras una investigación exhaustiva del caso. Las modificaciones incluyeron sistemas mejorados de prevención y supresión de incendios, mayor redundancia operativa y protocolos de gestión más robustos. La compañía subrayó que estas medidas forman parte de su compromiso con estándares de seguridad elevados.
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La naviera también enfatizó su historial posterior al incidente para reforzar su credibilidad. Según la declaración oficial, más de 53 millones de huéspedes han disfrutado de "vacaciones seguras y memorables" con la empresa desde 2013. Carnival afirmó su intención de continuar operando bajo estos estándares elevados y mantener su liderazgo en el sector de seguridad marítima. La compañía implementó protocolos rigurosos de Salud, Medio Ambiente, Seguridad y Protección en toda la flota corporativa.
El barco protagonista del incidente continúa en servicio bajo una nueva identidad tras una renovación completa. En 2019, la embarcación fue sometida a una remodelación de 200 millones de dólares en Cádiz, España, y rebautizada como Carnival Sunrise. La transformación de la nave clase Destiny representa el esfuerzo de la compañía por superar la reputación asociada con el incidente y demostrar su evolución en materia de seguridad y operaciones marítimas.