Final explicado de La viuda negra: ¿qué pasó con Maje y Salva?

Repasamos los detalles del final de la película española que se ha ubicado entre lo más visto de Netflix.

La viuda negra se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

La viuda negra se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

El final de "La viuda negra" presenta un desenlace donde la justicia prevalece tras un complejo juego de manipulaciones. Eva, la investigadora protagonista, logra desentrañar la verdad detrás del asesinato de Arturo mediante una estrategia calculada. Su plan consiste en generar presión psicológica sobre Maje, la viuda, para forzarla a cometer errores decisivos.

El momento clave de la película de Netflix llega cuando Maje visita a la familia de Arturo y sugiere vender el apartamento del fallecido. Esta propuesta genera indignación entre los familiares. Víctor revela entonces la información falsa que Eva había plantado: la policía está cerca de capturar al asesino. El pánico se apodera de Maje, quien inmediatamente contacta a Salva para discutir los detalles del crimen.

Mirá el tráiler de la película:

Embed - La Viuda Negra - Tráiler Oficial

Eva aprovecha esta oportunidad para tender una trampa definitiva. Coloca un dispositivo de grabación en el restaurante donde Maje y Salva se encuentran. Durante esta conversación, ambos discuten abiertamente el asesinato y los beneficios económicos del seguro de vida. Esta evidencia le proporciona a Eva las pruebas concretas que necesitaba para proceder con las detenciones.

Las reacciones de los implicados tras ser confrontados revelan sus verdaderas personalidades. Salva intenta proteger a Maje, presentando el crimen como respuesta a violencia doméstica. Maje, por el contrario, describe a Salva como un acosador obsesivo. Sus estrategias defensivas divergentes exponen la dinámica tóxica de su relación y las verdaderas intenciones de cada uno.

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La viuda negra está basada en una historia real

La viuda negra está basada en una historia real

El sistema judicial inicialmente condena a Salva a 17 años de prisión y a Maje a 22 años. Sin embargo, los acontecimientos posteriores modifican estas sentencias. Desde la cárcel, Salva mantiene correspondencia con Maje, creyendo en su amor. El descubrimiento de una nueva infidelidad de ella rompe finalmente el hechizo emocional que Maje ejercía sobre él.

La confesión completa de Salva tras liberarse de la manipulación de Maje altera el panorama judicial. Su cooperación con las autoridades reduce su condena, mientras que la sentencia de Maje se extiende debido a su rol de cerebro manipulador. El final establece que Maje utilizó el amor como instrumento de control, convirtiendo a Salva en un peón para ejecutar sus planes criminales.