Frankenstein de Guillermo del Toro podría ser la adaptación más fiel a la obra de Mary Shelley hasta ahora
Guillermo del Toro adapta Frankenstein con un enfoque fiel y respetuoso a la obra original. Te explicamos todos los detalles.
Jacob Elordi llevó al límite su transformación como Frankenstein.
John Wilson/NetflixFrankenstein, la novela publicada por Mary Shelley en 1818, es sin duda una de las obras más influyentes del terror gótico. Su título mismo se ha convertido en sinónimo de miedo, y Halloween jamás volvió a ser el mismo desde la irrupción del monstruo creado por el científico.
A lo largo de los años, innumerables directores y narradores han intentado dejar su propio estilo en esta criatura; las interpretaciones son prácticamente ilimitadas. Desde Frankenweenie, la versión canina de Tim Burton, pasando por el acercamiento más fiel de Kenneth Branagh en Mary Shelley’s Frankenstein, y el clásico de Universal Pictures de 1931, hasta Creature Commandos, la influencia del monstruo de Frankenstein es innegable.
Sin embargo, pocas versiones han logrado capturar la esencia de la obra original de la autora británica. En cambio, todo indica que la adaptación de Guillermo del Toro para Netflix podría ser una de las más fieles hasta ahora. Tanto los anuncios de casting, como los avances y el diseño del propio monstruo apuntan a una historia respetuosa con la novela, algo que los fanáticos han estado esperando durante décadas.
Frankenstein resalta la influencia gótica de Guillermo del Toro
Guillermo del Toro tiene una larga trayectoria trabajando con el género gótico y es uno de los pocos directores que comprenden a fondo lo que este estilo puede ofrecer. Sus orígenes se remontan a una época muy concreta de la literatura británica. Autoras como Mary Shelley fueron clave en su desarrollo, junto a obras como Cumbres borrascosas de Emily Brontë o Drácula de Bram Stoker.
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Estas novelas empleaban imágenes oscuras, romances torcidos y elementos de horror que inquietaban al lector mientras lo atrapaban en un universo macabro. El género es tanto atmósfera como respeto a ciertos arquetipos, estilos arquitectónicos y a un período histórico específico.
La filmografía del cineasta ha demostrado de manera constante su afinidad con lo gótico. Aunque nombres como Tim Burton también suelen entrar en la conversación, pocos han transmitido con tanta precisión el tono y el filo romántico del género como el director mexicano. La cumbre escarlata es quizá el ejemplo más puro dentro de su obra, aunque también hay ecos del gótico en El callejón de las almas perdidas y en aspectos de La forma del agua. Estas películas no deben confundirse con su cine de terror directo o con sus cintas de acción; Hellboy o El laberinto del fauno pueden compartir ciertas raíces estéticas, pero pertenecen a otro registro.
Por eso, su acercamiento a Frankenstein resulta tan prometedor: el gótico es un territorio que conoce en profundidad. La desesperanza, la fascinación por lo oscuro y la tensión entre lo humano y lo monstruoso ya aparecen con claridad en el tráiler. Visualmente, cada plano parece una pintura retorcida que invita al espectador a entrar en un mundo sombrío lleno de secretos. Aunque la criatura apenas se muestra, los indicios apuntan a un monstruo más inteligente y complejo, lejos de la caricatura, con un aire de incomprensión que conecta directamente con la obra original.
Guillermo Del Toro también parece dispuesto a abordar el trasfondo romántico de la novela, o su ausencia. Mientras Victor Frankenstein mantiene una relación con Elizabeth Lavenza, su hermana adoptiva y futura esposa, el monstruo anhela una compañera, un amor imposible que alimenta su desesperación. El deseo de conexión, frustrado una y otra vez, es lo que impulsa al ser. La violencia, la obsesión de Victor por jugar a ser Dios y el lazo ambivalente entre creador y creación están presentes, fieles al espíritu del texto de Shelley.
Inspiración en los clásicos del cine de monstruos
El tráiler también sugiere que la criatura de Del Toro podría debatirse entre la ira y la aceptación del destino que el mundo le impone: convertirse en el monstruo que todos temen. Esa dualidad es uno de los grandes temas de la novela y un motivo recurrente en la literatura gótica. Como tantos antihéroes, la criatura se ve tentada por la oscuridad, empujada por la ira, la traición o el rechazo.
En el tráiler, el monstruo lanza una sentencia clara: si su creador no le da amor, se entregará a sus demonios internos. Un ultimátum que refleja la lectura compleja que el director hace del personaje.
Del Toro ha reconocido con frecuencia la influencia de los clásicos góticos, en particular de las películas de Boris Karloff: Frankenstein (1931), La novia de Frankenstein (1935) y El hijo de Frankenstein (1939). En estas, Karloff interpretó al monstruo con profundidad, alejándose del cliché de una criatura unidimensional. El cineasta ha destacado especialmente La novia de Frankenstein, donde el tema del romance tiene un papel central, algo que parece retomar en su propia versión.
Otra influencia reconocida es Drácula de Bram Stoker (1992), la adaptación de Francis Ford Coppola. De hecho, su banda sonora fue utilizada en la promoción inicial del nuevo Frankenstein, un guiño que subraya la importancia del filme para Del Toro. Pese a la división que generó en su momento, la película de Coppola se convirtió en una pieza clave por su tono gótico, su visión seria del mito vampírico y sus constantes referencias a la tentación y el pecado. Es probable que el cineasta aspire a algo similar: ofrecer una versión que, aunque polémica, marque un antes y un después en la historia de Frankenstein en el cine.
Versiones pasadas se volcaron demasiado en la ciencia
En este contexto, queda claro que Guillermo Del Toro busca evitar un error frecuente en muchas adaptaciones: reducir a Victor Frankenstein al estereotipo del “científico loco”. A lo largo de los años, el personaje ha sido representado con tintes teatrales, exagerados, casi paródicos, en ocasiones bajo estéticas cercanas al steampunk. Esa visión caricaturesca lo ha convertido en un recurso de Halloween más que en una figura trágica, obsesionada con la ciencia por encima de cualquier otra cosa. Pero ese no es el Victor que escribió Mary Shelley, ni el que Del Toro quiere mostrar.
En esta nueva adaptación, el personaje interpretado por Oscar Isaac parece mucho más introspectivo y matizado. No grita enloquecido frente a su creación, sino que se muestra ambicioso y temeroso al mismo tiempo, reflejando la ira y la desesperación de la criatura que él mismo ha engendrado. Victor es aquí un espejo de su monstruo: un hombre atrapado entre el deseo de crear, el amor, la tentación y la ruina.
Esa visión, profundamente gótica, parece ser la clave del proyecto. Si la película responde a lo que anticipa su tráiler y a las influencias que la inspiran, podríamos estar frente a la versión definitiva de Frankenstein en el cine. Una reinvención fiel a Mary Shelley, que honra el espíritu del original mientras devuelve al monstruo y a su creador la complejidad que siempre merecieron.





