La escalofriante historia detrás de Angi: Crimen y mentira, la nueva docuserie de Netflix

La nueva docuserie española de Netflix repasa en detalle uno de los casos criminales más perturbadores de la historia reciente de España.

Angi: Crimen y mentira revela uno de los casos criminales más perturbadores de la historia reciente de España.

Angi: Crimen y mentira revela uno de los casos criminales más perturbadores de la historia reciente de España.

La nueva docuserie española de Netflix, "Angi: Crimen y mentira", revela uno de los casos criminales más perturbadores de la historia reciente de España. La serie documenta la historia de María Ángeles Molina, una mujer que durante años construyó una red de identidades falsas que culminó en asesinato. El director Carlos Agulló reconstruye en dos episodios un crimen que sacudió a la sociedad española por su frialdad calculada.

La víctima fue Ana Páez, una diseñadora de modas de 35 años que mantenía una amistad de una década con Molina. El 19 de febrero de 2008, Ana apareció muerta en un departamento alquilado de Barcelona. Su cuerpo desnudo tenía una bolsa plástica en la cabeza sellada con cinta adhesiva. Las cámaras de seguridad habían registrado a Molina retirando 600 euros de la cuenta bancaria de la víctima, usando una peluca como disfraz. La investigación reveló que Ana había sido drogada antes de ser asfixiada.

Mirá el tráiler de la serie:

Angi: crimen y mentira - Tráiler

Molina intentó encubrir el homicidio simulando un crimen sexual. Pagó a dos hombres en un prostíbulo masculino barcelonés para obtener muestras de semen que plantó en la escena. Durante los interrogatorios, ofreció versiones contradictorias de los hechos. En una declaración que impactó al tribunal, afirmó con frialdad: "Sin yogures o leche condensada, no soy nada". La frase dejó atónitos tanto a la familia de la víctima como a los magistrados.

El asesinato formaba parte de un esquema de fraude financiero más amplio. Molina había solicitado préstamos y pólizas de seguro de vida a nombre de Ana usando documentos falsificados. El plan consistía en eliminar a la víctima, asumir su identidad y cobrar el dinero de los seguros. También utilizó los datos personales de otra mujer, Susana B., obtenidos cuando esta dejó copias de sus documentos en una fotocopiadora. La policía encontró evidencia crucial en el baño de Molina: documentos de Ana escondidos detrás del tanque de agua y una botella sellada de cloroformo.

Angi
Angi: Crimen y mentira está disponible en Netflix

Angi: Crimen y mentira está disponible en Netflix

En 2012, el tribunal condenó a Molina a 22 años de prisión: 18 por homicidio y 4 por falsificación de documentos. El caso llevó a las autoridades a reabrir la investigación sobre la muerte de su esposo en 1996, Juan Antonio Álvarez Litben, un empresario de 45 años que había fallecido súbitamente. Aunque surgieron sospechas sobre la participación de Molina, especialmente porque heredó sus bienes, la falta de pruebas materiales mantiene el caso sin resolver.

Durante años, Molina había construido múltiples personalidades falsas. Se presentaba como psicóloga, abogada, paciente de cáncer en tratamiento, madre de hijos inexistentes y víctima de abuso. Incluso fingía embarazos y usaba redes sociales para reforzar sus elaboradas mentiras. Agulló describió la investigación para la docuserie como navegar en un "salón de espejos", tras revisar más de 2.000 páginas de documentos legales y realizar más de 60 entrevistas. La producción revela cómo una persona logró manipular sistemas, amistades y familia para sostener una vida construida enteramente sobre el engaño.