La escalofriante historia real detrás de la nueva docuserie de Netflix

La docuserie de 3 episodios Caso no resuelto: Los asesinatos del Tylenol llegó esta semana a Netflix y repasa los detalles de un caso que conmocionó a Estados Unidos.

Caso no resuelto: Los asesinatos del Tylenol llegó esta semana a Netflix

Caso no resuelto: Los asesinatos del Tylenol llegó esta semana a Netflix

Más de cuarenta años han transcurrido desde que siete personas perdieron la vida tras consumir cápsulas contaminadas con cianuro en el área metropolitana de Chicago durante 1982. El misterio que aterrorizó a toda una nación permanece sin resolver hasta el día de hoy. Nadie logró determinar quién adulteró los medicamentos ni cómo se produjo la contaminación que desencadenó una de las crisis de salud pública más impactantes de la historia estadounidense. La nueva docuserie de Netflix, " Caso no resuelto: Los asesinatos del Tylenol", vuelve a poner el foco sobre estos crímenes que cambiaron para siempre la forma en que consumimos medicamentos.

La magnitud del horror se hizo evidente cuando tres miembros de la misma familia fallecieron simultáneamente. Stanley Janus de 25 años, Adam Janus de 27 y Theresa Janus de 20 murieron en circunstancias que inicialmente desconcertaron a los investigadores. Las otras víctimas incluyeron a Mary Kellerman, una niña de apenas 12 años; Mary Reiner de 27, madre que acababa de dar a luz a su cuarto hijo; Paula Prince de 35, azafata de United Airlines; y Mary McFarland de 31, empleada de una compañía telefónica. El cianuro resultó prácticamente imposible de rastrear después de pocas horas, convirtiendo estos homicidios en lo que los expertos consideran "el crimen perfecto". Los testimonios de familiares y testigos recrean momentos desgarradores, como el relato de Michelle Rosen, quien tenía ocho años cuando vio a su madre convulsionar en el piso antes de morir.

Mirá el tráiler de la nueva docuserie de Netflix:

Embed - Caso no resuelto: Los asesinatos del Tylenol

Los envenenamientos desataron un pánico nacional sin precedentes que obligó a retirar millones de frascos del mercado. Voluntarios recorrieron las calles casa por casa para advertir sobre el peligro, mientras patrullas policiales circulaban con altavoces alertando a la población. Las autoridades trabajaron contrarreloj para determinar si alguien había manipulado botellas individuales antes de devolverlas a los estantes de las farmacias. Como describió la revista TIME en octubre de 1982, "uno de los pequeños lazos de confianza inconsciente que mantienen unida a la sociedad se había roto". Los asesinos habían actuado "por control remoto", sin poder siquiera imaginar quiénes serían sus víctimas. Las consecuencias de estos crímenes pueden observarse hasta hoy en los sellos de seguridad plásticos que protegen los envases de medicamentos.

James W. Lewis se convirtió en el principal sospechoso durante más de cuatro décadas, principalmente por haber enviado una carta extorsiva a Johnson & Johnson exigiendo un millón de dólares para evitar más muertes. La docuserie de tres episodios presenta su testimonio exclusivo, donde niega categóricamente cualquier participación en los homicidios. Lewis, quien trabajaba como contador, había sido arrestado previamente en conexión con el desmembramiento de un cliente suyo, Ray West, aunque los cargos fueron desestimados por errores procesales. Los investigadores encontraron borradores de cartas extorsivas en su domicilio, junto con libros sobre envenenamientos. Sin embargo, nunca pudieron ubicarlo en Chicago durante las fechas de las muertes, ya que había viajado a Nueva York semanas antes de los crímenes.

chrome-capture-2025-5-26.png
Cold Case: The Tylenol Murders llegó esta semana a Netflix

Cold Case: The Tylenol Murders llegó esta semana a Netflix

La teoría alternativa que explora exhaustivamente la serie apunta hacia una posible contaminación durante el proceso de fabricación en las plantas de Johnson & Johnson. Los directores señalan la presencia de cianuro en las instalaciones donde se produjeron las botellas contaminadas y mencionan el caso de una mujer que murió en 1986 en Nueva York tras consumir Tylenol adulterado, cuando ya existían sellos de seguridad. La empresa farmacéutica ha negado sistemáticamente que la contaminación ocurriera en sus plantas y se rehusó a conceder entrevistas para el documental. Lewis fue condenado por extorsión y pasó doce años en prisión, pero nunca enfrentó cargos por asesinato debido a la falta de pruebas forenses que lo vincularan directamente con los crímenes.

El caso permanece abierto principalmente debido a la escasez de evidencia física, ya que millones de personas desecharon sus medicamentos durante la primera semana posterior a los envenenamientos. Los realizadores esperan que la masiva audiencia de Netflix pueda generar nuevas pistas o motivar a las autoridades a revelar documentos clasificados. Con la muerte de Lewis en julio de 2023, los investigadores enfrentan el desafío de ampliar su búsqueda más allá del único sospechoso que mantuvieron durante décadas.