Netflix: la película argentina con Natalia Oreiro y Leonardo Sbaraglia que es perfecta para ver hoy

En los primeros años del cine argentino post 2000, Cleopatra apareció como una bocanada de aire fresco en medio de una industria que aún buscaba reacomodarse. Con una sensibilidad cercana y un pulso narrativo que evita lo estridente, la película se sumerge en la vida de dos mujeres que, desde mundos muy distintos, comparten un mismo hartazgo. Allí, entre frustraciones silenciosas y rutinas que pesan, emerge la posibilidad de un quiebre: una escapada que invita a repensarlo todo.

Más de veinte años después de su estreno, esa mezcla de ternura, humor y desencanto sigue intacta. Quizás porque Cleopatra habla de algo tan universal como la necesidad de frenar y volver a mirarse, de buscar compañía en medio del ruido y de permitirse, aunque sea por un rato, una aventura improbable.

Para nuevas audiencias, la cinta funciona como un viaje emocional sin pretensiones; para quienes la recuerdan, como un pequeño clásico contemporáneo que vale la pena revisitar.

¿De qué trata Cleopatra?

Cleopatra (2)

Dirigida por Eduardo Mignogna en 2003, Cleopatra reúne a Norma Aleandro, Natalia Oreiro y Leonardo Sbaraglia en una historia que combina drama, humor y road movie en partes iguales.

Aleandro interpreta a Cleopatra, una maestra jubilada que atraviesa un presente deslucido: una economía personal frágil, una rutina agotadora y la sensación de que todo lo que deseaba quedó en pausa. Del otro lado está Sandra (Oreiro), una joven actriz que enfrenta un medio laboral hostil y un matrimonio que empieza a crujir. Dos mujeres de generaciones y mundos distintos unidas por un mismo impulso: salir corriendo de la vida que llevan.

Esa huida improvisada se convierte en el corazón de la película. En la ruta, entre charlas, silencios, discusiones y pequeños descubrimientos, Cleopatra y Sandra se permiten una libertad que parecía perdida. Y en el camino aparece Carlos (Sbaraglia), un joven camionero que suma humor y calidez al trayecto, aportando una dinámica que equilibra el peso emocional de la historia.

La cinta es un recordatorio de la sensibilidad que caracterizó a una etapa del cine argentino: relatos íntimos, personajes con textura y conflictos que nacen de la vida real. Es una historia amable, pero nunca superficial; emotiva, pero sin golpes bajos; simple en su forma, pero profunda en lo que despierta.

Ideal para quienes disfrutan de historias de personajes, para quienes buscan historias con corazón y para quienes extrañan esa mezcla justa entre humor, melancolía y esperanza. Cleopatra está disponible en Netflix.