Hace unos días se estrenó en Netflix la miniserie española 'El Inocente' y el show creado por Oriol Paulo y protagonizado por Mario Casas rápidamente se ha ubicado entre lo más visto de la plataforma de streaming.

Ya son millones los suscriptores de la plataforma de streaming que han maratoneado la miniserie y que seguramente se quedaron con ganas de ver más, aunque los creadores no tienen en sus planes realizar una segunda temporada.

'El inocente' cuenta la historia de Mateo Vidal (Mario Casas), quien sale de la cárcel tras haber cumplido una condena por matar accidentalmente a otro joven en una pelea a la salida de una discoteca.

Se supone que Mateo ha seguido adelante con su vida junto a su mujer, Olivia (Aura Garrido), pero las sombras del pasado siempre vuelven y todo se desmorona cuando recibe una misteriosa llamada.

Las 4 razones del éxito de la serie

1) La novela en la que se basa

‘El inocente’ adapta la novela homónima del escritor estadounidense Harlan Coben, uno de los grandes nombres de la novela criminal norteamericana. La colaboración entre Coben y Oriol Paulo, otro talento desbocado a la hora de atrapar al espectador, funcionó aún mejor de lo esperado.

Paulo ha introducido algunos cambios obligados en el relato de Coben, entre ellos el final, pero el escritor, que ejerce de productor y ha mantenido estrecho contacto con su creador, le ha dado su visto bueno al resultado final de la serie.

2) La dupla entre Oriol Paulo y Mario Casas

Oriol Paulo ya había trabajado con Mario Casas en 'Contratiempo'. En ese frenético thriller que fue todo un éxito en Netflix también estaban José Coronado y Ana Wagener en el elenco y repiten en 'El Inocente'. El elenco es uno de los grandes activos de ‘El inocente’ y las razones de su éxito.

3) La forma en que se cuenta la historia

Es difícil resistirse al mecanismo narrativo que despliega ‘El inocente’. Paulo ya había demostrado ser un experto ilusionista a la hora de jugar con los resortes del thriller en sus anteriores películas, pero en este caso consigue que cada capítulo se convierta en una vorágine de acontecimientos que se despliega frente a nuestros ojos sin que apenas haya un minuto de descanso.

Acompañado en el guion por Jordi Vallejo (‘No matarás’) y el dramaturgo Guillem Clua, compone un rompecabezas en el que cada personaje tiene su capítulo para adentrarnos en su punto de vista dentro de una historia que se despliega en forma de ramillete, avanzando mientras se cierran o se abren nuevas bifurcaciones.

4) El ritmo frenético de la serie

El ritmo que se imprime en la serie es de frenético remolino, salpicado en momentos icónicos por canciones que nos llevan de LCD Soundsystem a Marilyn Manson pasando por Goldfrapp, Sharon van Etten, Mogwai o The Jesus and Mary Chain.