La serie argentino-española que no te podés perder en Netflix

Juan José Campanella es uno de los más reconocidos cineastas nacidos en Argentina. No es para menos, ya que entre otras cosas, ha sido, junto con Luis Puenzo, los únicos ganadores del Premio Oscar a Mejor Película Extranjera. Además, dirigió grandes y recordadas películas como Luna de Avellaneda, El Hijo de la Novia y varios episodios de la serie La Ley y el Orden, en EEUU. 

Vientos de Agua se estrenó en 2006 y fue una de las mayores coproducciones hasta esa fecha entre los países Argentina y España, con una inversión de casi 8 millones de euros. Cuenta la historia de un joven minero asturiano, José Olaya (Ernesto Alterio) que se ve obligado a emigrar a Argentina en el año 1934 utilizando la documentación y el nombre de su fallecido hermano Andrés; y en paralelo, narra también la historia de su hijo, Ernesto Olaya (Eduardo Blanco), un arquitecto argentino de mediana edad que emigra a España en 2001, también en contra de su voluntad, en busca de una salida a los problemas económicos que acucian a su familia.

Además de Ernesto Alterio y Blanco, actúan Hector Alterio, Darío Valenzuela, Pablo Rago, Angie Cepeda y Claudia Fontán, entre otros.

La idea de Campanella es mostrar cómo ambos sufren el desarraigo, el rechazo y la tristeza de tener que irse del lugar que los vió nacer, trazando las similitudes sin importar de qué lado venga uno, con la única diferencia de la época y las circunstancias. Cargada de momentos emotivos, las realidades asfixiantes y los problemas a los que se van enfrentando los personajes nos conmueven y nos empujan a desear la solución final, la que parece que no va a llegar nunca. 

En su momento, la serie fue muy bien recibida por la crítica, que destacó la sagaz mirada que hace la serie sobre los problemas de la emigración, en este caso haciendo foco en la clase media. Además, también se admiró el aprovechar la particular situación real que se dió entre Argentina y España, cuyo país sudamericano recibió muchos inmigrantes del país ibérico a principios del siglo XX, para que luego, y como pasa en la serie, hijos o nietos de los mismos emigraran por consecutivas crisis económicas a países de Europa, a comienzos del XXI. En algún momento Campanella contó que tenía ciertos casos familiares que le habían inspirado esta historia, aunque los personajes no fueran reflejos fieles de dichos familiares. 

A pesar de la positiva recepción crítica, también es cierto que en España no logró tener buenos números de audiencia en su estreno por TV. Se adujo a problemas con los horarios y a errores en la franja en la que se la dispuso, aunque lo cierto es que con el tiempo ocupó el lugar que merecía en sucesivas retransmisiones que se hicieron. 

La serie consta de una temporada de 13 capítulos con una duración aproximada de 70 minutos cada uno, ideal para ir viendo de a un capítulo e ir adentrándose en la historia hasta que te atrape por completo.

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