La escena al final de El encargado que muchos se perdieron

Desde hace varios meses Star Plus se encuentra trabajando en una serie que prometía ser un gran acierto y sorprender a la audiencia. Se trata de El encargado, una producción que logró cumplir con creces cada una de sus expectativas y se convirtió en uno de los títulos más vistos en los últimos días.

Detrás de este increíble y divertido proyecto se encuentra una dupla que nunca falla: Mariano Cohn y Gastón Duprat. Juntos trabajaron con Emanuel Diez, quien se encargó de liderar un importante equipo de guionistas que nos regalaron diálogos inolvidables. Por supuesto, todo este talento se potenció con Guillermo Francella y su impecable actuación como el personaje principal de la historia.

La escena postcréditos que esconde El encargado

El encargado nos presenta a un personaje llamado Eliseo, quien se caracteriza por ser el encargado de un edificio hace muchos años, y aunque todo el mundo lo conoce y confía en él, lo cierto es que debajo de una apariencia tranquila y una actitud de servicio se esconde una gran verdad que pocos ven: es un manipulador que se entromete en la vida de cada uno de los habitantes del complejo.

De esta manera, a medida que avancen los episodios de la serie de Star Plus, veremos que Eliseo utiliza toda la información que recolecta sobre cada uno de los vecinos para sus propios beneficios. Al tener una mirada muy determinada y severa, tomará decisiones que a muchos le parecerán extremas ya que su objetivo siempre será cuidar su puesto de trabajo, el cual lo apasiona.

Todo esto provocará que surjan acontecimientos bastante desopilantes que lograrán divertir al público de principio a fin. Cada episodio estará repleto de sarcasmo y también contará con una gota de seriedad, la cual busca brindar una crítica sobre cada una de las situaciones que viven los personajes dentro de la historia.

A lo largo de 11 episodios, El encargado nos hará viajar por una historia que es un sube y baja de emociones. Y cuando al final parece que nada más sucederá, la serie nos presenta una escena postcréditos que dice mucho a pesar de tener una corta duración. Dicho momento está protagonizado por Guillermo Francella y Dani “La Chepi“. ¡CUIDADO, SPOILERS!

Vemos a Eliseo sentado en la entrada del edificio mientras una mujer ingresa al lugar y le pregunta si es el encargado. Él se para y asiente con la cabeza al mismo tiempo que responde: “Eliseo, mucho gusto“. Ella le dice que se llama Muriel y que es la persona que compró el piso 5B. “Un placer. Claro, usted compró el departamento del Señor Basibalbaso. Bienvenida Muriel“, responde el protagonista.

“Estoy para lo que necesite, por supuesto para mis tarea de encargado. Pero si necesita ayuda con la electricidad o que le haga las compras, o que le pague impuestos“, agrega. Al ver que ella se ríe, él acota: “Es que no me gusta ser un simple encargado. Yo soy lo que el propietario necesita de mí. Psicólogo, consejero. Sienta que acá va a encontrar a un amigo“.

“Justamente le quiero pedir un favor. Mañana vienen los pintores a cotizar. Yo no voy a poder venir y me mudo en dos semanas. ¿Le puedo dejar la copia de las llaves y usted le abre?“, pregunta el personaje de "La Chepi". Inmediatamente, él responde: “Lamentablemente no. La llave es mi límite. Es una responsabilidad muy grande que no me gusta tomar, Muriel“.

Al ver la decepción de la nueva inquilina, el protagonista de El encargado decide cambiar de parecer: “Mire, hagamos algo. Voy a tener una excepción con usted porque es nueva acá. Le voy a tomar la llave, démela. Pero no se lo diga a nadie por favor“. Ella le agradece y se va a tomar el ascensor para dirigirse a su departamento. “Señora Muriel, cualquier cosa después nos intercambiamos los contactos para estar conectados“, acota Francella.

En los últimos segundos de la escena postcréditos vemos que ambos sonríen. Cuando ella finalmente desaparece, el rostro de Eliseo comienza a transformarse: su sonrisa desaparece y mientras la música de tensión se eleva, el protagonista comienza a ponerse cada vez más serio. Esto nos deja algo muy en claro: el encargado no cambió y nada bueno saldrá de ahí.

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