Jenna Fischer no está de acuerdo con los que afirman que las temporadas 8 y 9 de The Office son malas

Para muchos, The Office es una de las mejores sitcoms que ha dado la televisión. No obstante, no todo en su recorrido fue perfecto y tiene algunos “peros”: la primera temporada fue vista por muchos como un experimento algo fallido, y el final de la serie, sin Michael Scott al mando, dejó a no pocos fans con la sensación de que faltaba la chispa original. Pero, ¿realmente lo fueron?

Jenna Fischer, quien interpretó a la querida Pam Beasley en casi todos los episodios de la serie, no está de acuerdo con ese juicio generalizado. La actriz, que desde hace años analiza cada capítulo de The Office en su pódcast, sorprendió recientemente al defender las temporadas 8 y 9 durante una aparición en el programa Fly on the Wall. "Eran realmente buenas", aseguró. “Todavía había un montón de tramas increíbles”.

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Las temporadas 8 y 9 son las únicas en las que Steve Carrell no estuvo presente.

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“Creo que teníamos esta idea, especialmente entre el reparto y los creativos, de que quizá llegamos a nuestro mejor momento en la temporada 3 ó 4”, contó la actriz. “Y creíamos que las dos temporadas después de la marcha de Steve simplemente estábamos achicando agua y quizá no eran tan buenas. Pero cuando lo he visto todo, algunos de mis episodios favoritos estaban en las temporadas 8 y 9 después de que se fuera Steve”.

No es menor el detalle de que Jenna Fischer fue productora de la última temporada, lo cual también puede explicar parte de su apego y defensa. Pero lo cierto es que su opinión viene cargada de conocimiento: revisitar cada episodio, analizar sus detalles y recordar cómo se construyó cada escena le permite ver el panorama completo con otros ojos. Incluso reconoció que, a pesar de esta nueva apreciación, sus temporadas predilectas siguen siendo las que van de la 4 a la 6, y eligió como favorito el inolvidable episodio “Dinner Party” ,ese ícono del humor incómodo.

Más de una década después de su final, The Office sigue generando debates, revisiones y hasta nuevos proyectos derivados. Y quizás esa sea la prueba definitiva de su relevancia. Como señala Jenna Fischer, incluso en sus momentos más discutidos, la serie mantuvo intacta su capacidad de entretener. Tal vez no todas las risas fueron iguales, pero la conexión con el público jamás desapareció.