La revelación de Chris Hemsworth sobre una de las escena clave de Thor: un mundo oscuro
Circuló por Instagram un fragmento de una entrevista donde Chris Hemsworth cuenta una particularidad sobre la última escena de la película Thor: un mundo oscuro.
Sabemos que durante los rodajes de las películas suceden cosas que no vemos. Muchas de ellas nunca salen a la luz, otras quedan sólo en rumores, pero hay algunas que salen a la luz, la mayoría de las veces contadas por los propios protagonistas, quienes aprovechan algunas entrevistas para comentar estas particularidades.
Las mismas, si bien no cambian el resultado de una película, le agregan un condimento y muchas veces son utilizadas como método publicitario.
Es por ello que quizás sea un buen momento para volver a ver la película Thor: un mundo oscuro, la segunda película de la saga de uno de los superhéroes de Marvel Studios, luego de leer qué fue lo que sucedió durante el rodaje de la última escena de la película, una de las más emotivas.
En la misma, Chris Hemsworth, quien se puso en la piel de Thor tanto para las películas de la saga como para las de Avengers, contó que para el momento en que estaban por filmar la última escena, en Hong Kong, Natalie Portman, quien interpreta a Jane Foster, no se encontraba presente en el lugar (al parecer ya estaba trabajando en otro proyecto). El principal problema es que debían filmar la escena, que era nada más y nada menos que el beso final. Al director se le ocurrió que podían usar a personas de contexturas similares y que no se les viera la cara, propuesta que llegó a comentarle a Chris, incluso presentándole a quienes podían llegar a ser elegidas.
Pero al actor se le ocurrió algo mejor: que fuera su propia esposa, Elsa Pataky, a quien besara en esa escena, ya que al fin y al cabo, se podía hacer lo mismo que con las demás (Pataky y Portman tienen contexturas similares), con el agregado de ser un beso totalmente genuino. Hemsworth incluso bromea con que de paso se ahorraba las explicaciones para con su esposa, poniendo en claro que la idea resultó efectiva en todo sentido.
Así es que el beso final de la película, el que siempre creímos que era entre Chris Hemsworth y Natalie Portman, fue en realidad entre el primero y su esposa. Un beso que fue, paradójicamente, no tuvo nada de ficción.