3 excelentes películas de Netflix que demuestran que la animación no es solo para niños

Todavía hay público adulto que se resiste a los encantos de las películas animadas. La idea de que los dibujos son cosas infantiles quedó atrás hace mucho tiempo, tanto con películas de animación que son exclusivas para adultos pero también con otras que trabajan múltiples niveles de comprensión, logrando entretener de forma simultánea a una familia completa.

Mientras los niños se ríen de algunas cosas, los adultos comprenden otros mensajes que muchas veces están deslizados en entrelíneas. La saga de "Shrek" fue la que estableció un antes y un después, pero desde entonces la tendencia no ha hecho más que mejorar y crecer en direcciones sensibles, con historias conmovedoras que muchas veces les terminan gustando más a los padres que a los hijos, como les sucedió a muchos con "Intensamente".

Por eso proponemos tres largometrajes de animación excelentes que podés encontrar en Netflix para dejarse llevar por historias atrapantes, mundos fantásticos y un deslumbrante despliegue visual. La imaginación vuela a través de estos dibujos y sus relatos dejan en claro que este género no tiene por qué estar atado únicamente a lo infantil.

Si todavía no conoces el trabajo del Studio Ghibli, con Hayao Miyazaki al frente, esta es una gran oportunidad para ingresar a ese universo maravilloso, pero también te presentamos otros trabajos de calidad incuestionable para que la animación se incorpore a tu lista de pendientes para ver.

El viaje de Chihiro

Este trabajo de 2001 obtuvo un Oscar en su categoría y es realmente alucinante y tierna. La protagonista es una pequeña de 12 años que repentinamente se ve inmersa en otra especie de inexplicable y surrealista dimensión, en la que debe rescatar a sus padres que se convirtieron en cerdos. Tendremos reflexiones sobre el respeto a los ancestros y muchas otras lecturas de gran profundidad al mismo tiempo que el delirio visual nos tendrá pegados con un personaje sorprendente y mágico detrás de otro. La dirección es del maestro Hayao Miyazaki.

Perdí mi cuerpo

Producción animada oriunda de Francia, cuenta la historia de un joven enamorado y una mano que atraviesa París en busca del cuerpo al que supo pertenecer. Su técnica animada fue innovadora, combinando dibujo a mano alzada con CGI. De esa manera logró una estética particular y original. El maravilloso relato atraviesa temáticas como las migraciones, las dificultades para lograr una mejor calidad de vida y, por supuesto, el amor pero con dosis de aventuras y misterio.

Begonia y el gran pez

El impactante trabajo visual de esta película china ya es una experiencia que se justifica en sí misma. Pero además, nos encontramos con una bella historia del cruce de dos realidades alejadas y los puntos de contacto que pueden surgir del aprender de perspectivas distintas. La protagonista sale de un mundo místico y, para conocer el mundo humano, se convierte en delfín. Allí conoce a un joven que intenta ayudarla, lo que desata una narración en la que la ayuda mutua cobra protagonismo.