Los sombríos detalles que se omitieron de la historia original de Pinocho para llevarla al cine
Basada en una historia de Carlo Collodi, del año 1883, la historia tenía algunos elementos que no la hacían apta para niños.
El clásico animado de Disney, Pinocho, es sin dudas uno de los relatos con mayor trascendencia del gigante del ratón. Ha sido referencia para cientos de miles de niños que, durante su infancia, disfrutaron de la historia de Geppetto y su marioneta que cobraba vida.
Y si bien la película es propiedad de Disney, lo cierto es que la misma está basada en un libro de cuentos publicado unos años antes de la misma. La novela de Carlo Collodi fue publicada en el año 1883 y muestra algunas diferencias a la que se llevó a la pantalla por primera vez en el año 1940.
Para empezar, en el cuento, Geppetto no trabaja con un trozo de madera común, sino que hace su trabajo, el de la marioneta, sobre un trozo encantado de madera, lo que hace que la misma ya cuenta con algo sobrenatural previo a tener la forma de una marioneta. La misma, una vez finalizado el trabajo del carpintero, se escapa corriendo del taller.
Una vez afuera, mientras es buscado por su padre, Pinocho es arrestado por las autoridades, aunque logra ser rescatado. Una vez de vuelta en el taller, aparece por primera vez el grillo, quien le llama la atención por su conducta. Aquí está la más trascendental de las diferencias, ya que Pinocho decide matar al grillo, preso de su ira, y vuelve a escapar.
En la calle se encuentra a un Zorro y un Gato, representados también en la película, con los que se pelea y son ellos quienes están a punto matarlo, pero es el Hada quien lo salva, haciendo su aparición.
Luego, la historia sigue un curso bastante normal. Pinocho comienza a mentir, por lo que le crece la nariz, no aprende de sus errores y continúa portándose mal, lo que desemboca en el accidente en el que terminan en el estómago de una ballena con Gepetto. Allí por fin Pinocho cambia su actitud y cuida al pobre hombre.
Una vez afuera, es recompensado con tener un cuerpo humano, y ser el famoso “niño de verdad”. Como ven, las diferencias en el mismo le dan un tono más sombrío al relato, y sobre todo una moraleja un tanto más confuso, ya que no se termina de dilucidar si las acciones buenas del personaje son suficientes para ser un niño de verdad.
Por suerte Disney edulcoró alguno detalles y nos regaló una historia que quedará por siempre en nuestra memoria.
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