La película de Netflix que arrasó en el día de su estreno y no te puedes perder

Hace ya unas semanas que Netflix había puesto en marcha su enorme capacidad publicitaria para anunciar el estreno de su último “tanque”, The Adam Project (El proyecto Adam), la película que volvía a unir al director Shawn Levy y Ryan Reynolds, tras el éxito de Free Guy, la película del cajero de banco que pertenece a un juego en el que no es más que un personaje de relleno. 

Por eso era de esperarse que su estreno hiciera mucho ruido y que rápidamente se pusiera en los primeros puestos del ranking de más vistos en todo el mundo. Y motivos no faltaban: no sólo la mencionada dupla, sino también un pequeño Walker Scobell, a quien se lo podía ver bastante suelto y talentoso en el trailer o las entrevistas previas al estreno. Y por supuesto, el regreso de Mark Ruffalo y Jennifer Garner como pareja, rememorando la película Si tuviera 30, la comedia romántica de 2004 que tuvo mucho eco en el público adolescente. 

La pregunta que surge es si tanto alboroto alrededor de la película se justifica en sus 106 minutos de duración. 

The Adam Project es una película donde un joven Adam (Walker Scobell) vive con su madre (Jennifer Garner), sufre bullying en el colegio y tiene una particular forma de expresarse. Una noche en su casa, mientras su madre estaba afuera, recibe la particular visita del Adam del futuro (Ryan Reynolds), un piloto de caza que llega con una herida y una confusa situación. 

Allí se empezarán a develar los motivos que llevaron a Adam a viajar en el tiempo, el rol de su padre en esta historia (Mark Ruffalo), y el mismo Reynolds descubrirá que gran parte de su misión es distinta a lo que creía.

Esta historia de ciencia ficción termina haciendo más foco en los conflictos emotivos y en el humor característico de Reynolds que en las escenas de acción que promete el trailer. Y no es algo malo per se. La química entre los dos Adams es innegable. El talento del joven Scobell funciona a la perfección, manteniendo el tono y la fluidez de Reynolds en varios pasajes que son realmente entretenidos. Además, el redescubrimiento de Adam, sus formas de relacionarse con el amor y la pérdida y la relación con su padre tienen el toque emotivo que, si bien está un poco exagerado, funciona como conector de la trama.

 Párrafo aparte merece el trabajo de efectos visuales, uno de los puntos fuertes de la película, demostrando el enorme trabajo y dedicación de Netflix para lograr un producto a la altura en ese apartado. 

La parte negativa es que no aporta realmente nada nuevo al género, ni tiene giros que sorprendan demasiado. Probablemente sin el toque de los actores la película hubiese sido mucho más aburrida. Las referencias a Star Wars o Star Trek, que al principio resultan novedosas pierden eficiencia durante el transcurso de la película, llegando a ser algo obvias. Esto no es suficiente para transformarla en una mala película, pero si le quita algunos puntos. 

La película es ideal para disfrutar en familia. Es un film liviano que no da mucho más de lo que promete: entretenimiento y a Reynolds haciendo de Reynolds (un gag que usan hasta en las entrevistas promocionales previas al estreno). Una película disfrutable y entretenida, pero que probablemente no quede en la memoria de la mayoría de su público.  

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