El increíble drama que se transformó en una joya de Netflix

El increíble drama que se transformó en una joya de Netflix

En la plataforma de la N podemos encontrar una historia que tuvo un estreno silencioso pero que se convirtió en una de sus mejores películas originales.

Redacción QueVer

Redacción QueVer

Si hay algo que Netflix ha ido puliendo con el paso del tiempo y a través de diversas experiencias, son sus producciones originales. No sólo en su aspecto publicitario, algo que claramente se tornó mucho más agresivo, con producciones repleta de estrellas y una fuerte presencia en redes sociales, entrevistas y hasta cartelería en la calle, adaptada según el país donde se encontrara. Pero también, el éxito de sus películas, principalmente de Roma, de Alfonso Cuarón, impulsó a Netflix a producir películas que, si bien tienen un estilo algo alejado de las películas “taquilleras”, son también excelentes historias, con estilos únicos que las transforman en grandes obras. 

Uno de esos casos es la mexicana “Ya no estoy aquí”. Este film, dirigido por Fernando Frías de la Parra cuenta la historia de Ulises Samperio (un minimalista y excelente Juan Daniel García Treviño), un joven de un barrio humilde de Monterrey quien forma parte de una suerte de pandilla que escucha y baila la llamada cumbia rebajada, un género derivado de la cumbia colombiana. Las particularidades de este grupo de personas destacan en las humildes y monótonas calles del barrio, allí es donde aparece el excelente trabajo tanto de arte como fotografía. El uso de planos abiertos, el contraste de colores y las vestimentas ya nos hacen, de cierta manera, diferenciar a ese subgrupo dentro de un barrio con muchas realidades tan duras como diferentes entre sí

La fotografía de esta película no tiene desperdicio

El problema surge cuando Ulises, caminando por las calles de su barrio, presencia el crimen de una banda narco, que asesina a tiros a otros narcos de la zona. Al ser testigo del crimen, los asesinos lo amenazan poniendo en peligro tanto a él como a su familia, por lo que Ulises debe alejarse de su barrio, sus fiestas, sus amigos y su música. 

Parte a Nueva York, en donde recibe la ayuda de una joven que, a pesar de no compartir el idioma, intenta establecer un vínculo con Ulises. 

Él intentará expresar y compartir su cultura en un ambiente absolutamente diferente al que estaba acostumbrado, dando cuenta así de lo difícil de esa tarea, replanteándose si el exilio a ese costo vale la pena

Esta excelente historia demuestra el valor de la cultura, el sentido de pertenencia y la identidad, que es algo tan complejo como único y personal. De esta manera, Frías de la Parra logra una película bella, emotiva y profunda, dejando muchos temas para repensar. 

Ya no estoy aquí, ampliamente halagada por los críticos, se encuentra disponible en Netflix y es muy recomendada. 

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