Por qué Doctor Strange in the Multiverse of Madness dejó decepcionados a los fans

Por qué Doctor Strange in the Multiverse of Madness dejó decepcionados a los fans

La nueva película de Marvel Studios ya se encuentra en cines y no resultó ser del agrado de todos. A continuación repasamos todo lo que dejó la secuela de Doctor Strange y algunos puntos de por qué los fans no salieron del todo contentos.

Magela Muzio

Magela Muzio

La película de Doctor Strange in the Multiverse of Madness era uno de los estrenos más esperados del año. Casi cinco meses después de que los fanáticos estallaran en las salas de cine con Spider-Man: No Way Home, los seguidores de Marvel y el género de superhéroes, tenían todas sus expectativas puestas en la nueva producción del MCU.

Sin embargo, el filme que prometía ser uno de los grandes acontecimientos del año, comenzó con el pie equivocado, dividiendo aguas a diestra y siniestra. Si bien Doctor Strange 2 tuvo un sólido debut en la taquilla, la respuesta de los fans no sería la esperada. De hecho, en las últimas horas se ha reportado que la película dirigida por Sam Raimi se ha convertido en el segundo peor estreno de Marvel, según los fans.

El multiverso en todo su esplendor 

Según el sitio CinemaScore, Doctor Strange in the Multiverse of Madness recibió una calificación B+, la segunda más baja en la historia del MCU. Este puntaje coloca a la segunda entrega en solitario de Doctor Strange en un empate con Thor, y por arriba de Eternals, consideradas las peores entradas de Marvel, según los fans.

Las primeras críticas en torno a Doctor Strange 2 fueron positivas, pero como se sabe, los críticos y los fans no siempre coinciden en sus miradas acerca de un filme. Lo curioso es preguntarse por qué ¿Por qué después de ser anunciada como uno de los grandes estrenos del año, los fanáticos salieron tan decepcionados del cine? A continuación repasamos algunos puntos de la cinta, con spoilers.

Un universo lleno de posibilidades pero no coincidencias

Cuando Spider-Man: No Way Home llegó a los cines había grandes expectativas por parte de los fans. Había pasado un tiempo desde la última aventura arácnida y desde hacía meses que había rumores y especulaciones en torno al posible regreso de Tobey Maguire y Andrew Garfield en sus respectivas versiones de Spider-Man. A quienes se les sumaron los reconocidos villanos que también estuvieron de regreso.

Las proyecciones de No Way Home fueron un desenfreno. Los fanáticos gritaban y aplaudían en las salas de cine, extasiados de ver lo que tanto habían estado pidiendo. Fue puro "fan service". En el caso de Doctor Strange in the Multiverse of Madness, el fan service no fue tal y eso dejó a los fans un tanto decepcionados.

Con la nueva entrega de Doctor Strange, Marvel asumió un gran riesgo. Se metió de lleno en un terreno poco explorado, que demostró ser oscuro, extraño y por momentos sin sentido. El cambio de director desconcertó a más de uno cuando Scott Derrickson abandonó la producción debido a "diferencias creativas" con el estudio y en su lugar llegó Sam Raimi. Con el producto final ya en los cines, el sello distintivo de Raimi se nota y mucho.

La nueva película de Doctor Strange encuentra al Maestro de las Artes Místicas (Benedict Cumberbatch), quien debe unir fuerzas con América Chávez ((Xochitl Gomez), una adolescente que tiene la habilidad de viajar entre universos y que se encuentra escapando de temibles criaturas que buscan apoderarse de su poder. Pronto descubrimos que todos estos seres se encuentran al servicio de Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen), que durante algún tiempo ha estado haciendo uso de la Magia del Caos para tratar de reencontrarse con sus hijos. Sin saberlo, Doctor Strange acude a Wanda para pedirle su ayuda, para descubrir que es ella quién está detrás del siniestro plan: adquirir los poderes de América y así viajar a través del Multiverso para encontrar a sus hijos (que en realidad no existen ya que fueron creados mediante magia).

Doctor Strange se mete en un terreno poco explorado

Aquí encontramos el primer giro de la trama. Wanda, una de las Vengadoras más queridas y poderosas del universo, está haciendo uso de su magia y no para el bien común, sino para obtener un beneficio personal, lo que la convierte en villana. No hay duda que se trata de una decisión arriesgada por parte del estudio, pero es una que podría tener múltiples repercusiones en el MCU y hasta derivar en nuevas historias.

Ya en WandaVision vimos cómo Wanda tomó de rehén a todo un pueblo (de forma no intencional) para poder crear una realidad en donde ella pudiera estar con Vision, aún si no era de forma real. Cuando se da cuenta de todo el daño causado, Wanda sacrifica todo aquello que había conseguido (sus hijos principalmente) y libera a los habitantes de Westview del encantamiento.

Pero aquí entra otro elemento en cuestión, durante todo el tiempo que Wanda estuvo alejada del resto del mundo, lo hizo en compañía del Darkhold, un libro que contiene todos los secretos de la Magia del Caos, la misma que le dio a Wanda sus poderes. Sin embargo, la utilización de este libro viene con un costo, y es ahí donde vemos la evolución de la tímida Wanda Maximoff a la temible Bruja Escarlata. Si bien este argumento puede sonar un tanto superficial a la hora de justificar sus actos en Doctor Strange 2, el error que comete la película es no detenerse en desarrollar parte de esta trama.

La Bruja Escarlata desata todo su poder en la secuela

No obstante, en lugar de detenerse y mostrar con mayor detenimiento esa evolución de Wanda, el guion se precipita en presentar una Wanda villana, sin detenerse en su transición y descenso en la oscuridad y la locura. Aquí una de las primeras críticas de los fanáticos, que no quedaron del todo conformes con esta abrupta transformación de Wanda. De la mano de esto, nada malo se puede decir de la actuación de Elizabeth Olsen, que vuelve a dejar en claro que no solo es una gran actriz sino que su repertorio de emociones y su habilidad para moverse entre las variantes de su personaje es impresionante.

Otro de los puntos que no agradó del todo a los fanáticos fue el sello característicos del director. A lo largo de más de una veintena de producciones del MCU, hemos visto decenas de nombres pasar por la silla del director. Si bien cada uno aporta su visión creativa, la mayoría de las películas de Marvel tienen un tono y aspecto similar. Pero no Doctor Strange 2. Esta película es de Sam Raimi de principio a fin y se nota. No es el mismo Raimi que dirigió la trilogía de Spider-Man con Tobey Maguire, sino el Raimi detrás de títulos como otras producciones propias del género de terror como Evil Dead y Drag Me to Hell.

Al comienzo de la película se nota el tono más amigable, cómico y plagado de acción del director, pero a medida que transcurre la historia, la trama comienza a entrar en el territorio del terror, con algunos movimientos de cámara abruptos, con imágenes y hasta muertes un tanto perturbadoras, muy alejado de lo que nos tenía acostumbrados Marvel.

Desde luego que tampoco se puede pasar por alto los cameos de la película. Al igual que sucedió con Spider-Man: No Way Home, la nueva película de Marvel cuenta con un elevado número de cameos. Al igual que sucede con varios de los personajes principales, hay otros héroes de Marvel con versiones alternativas que se ven en el filme.

Doctor Strange se presenta ante los Illiminati

Cuando el héroe viaja a la Tierra-838 se encuentra con un grupo de héroes llamados Illuminati. Este grupo está integrado por Master Mordo (Chiwetel Ejiofor), el Profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), Capitana Carter (Hayley Atwell), Reed Richards (John Krasinski), Capitana Marvel (Lashana Lynch) y Black Bolt (Anson Mount). Si bien resultó una sorpresa ver a todos estos personajes interactuar en la pantalla, muchos se sintieron decepcionados de no ser los que esperaban. No hay que olvidar que durante mucho tiempo se especuló con la presencia de Tom Cruise como una versión alternativa de Iron Man o la presencia de Ryan Reynolds como Deadpool. Y ni hablar de la sorpresa del final en la escena post-créditos

Aunque muchos quedaron decepcionados en el apartado de cameos, es una buena noticia que Marvel no se transforme en un "crowd pleaser" y darles todo lo que quieren ver. Después de todo, hacer películas no se trata de complacer audiencias, incluso si es una película comercial y pochoclera como las de Marvel.

Doctor Strange in the Multiverse of Madness es una buena entrada del Universo Cinematográfico de Marvel. No es perfecta ni mucho menos la mejor, pero si es un claro ejemplo de que el estudio no gusta de repetirse a sí mismo y de que asume riesgos cuando es necesario. Incluso si no deja contentos a todos los fans. Desde luego que aún quedan respuestas por responder en torno al Multiverso, al destino de algunos personajes (¿qué sucedió con Wanda?), o mejor aún, cómo se relaciona con las próximas entregas del estudio. Seguramente encontraremos las respuestas en tiempo y forma, pero Doctor Strange in the Multiverse of Madness es una verdadera locura y esperamos que se repita.

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