Cuál es el estilo de Nicolas Cage: expresionismo alemán y los límites de la actuación

Cuál es el estilo de Nicolas Cage: expresionismo alemán y los límites de la actuación

La estrella de Hollywood divide aguas con su particular estilo, aunque tiene una explicación que justifica casi todas sus excentricidades.

Nicolás Berte

El actor Nicolas Cage ha construido, a lo largo de su carrera, un perfil único en el ambiente de Hollywood. Su particular estilo lo ha desmarcado del resto de las estrellas, y más allá de gustos personales o no, dicho estilo ha hecho que parezca que él haga de él mismo en sus películas, una suerte de chiste que terminó llevando a que se haga una película donde literalmente hace de él mismo. 

Si bien puede ser cierto que en la última etapa de su carrera Nicolas Cage ha interpretado papeles que se parecen entre sí, los comienzos demostraron fácticamente que tuvo participaciones que variaron significativamente. Sin embargo se puede apreciar una variación en los géneros, así como también en su rol, pasando de héroe a villano casi sin escalas. 

Nicolas Cage jamás pasa desapercibido

Repasemos rápidamente algunos ejemplos: en La Ley de la Calle, dirigida por su tío Francis Ford Coppola, es un joven rebelde en un drama en blanco y negro; en Valley Girl, una comedia romántica, hace de el joven punk Randy; y en la genial Raising Arizona (quizás el mejor papel de sus primeros años) hace de un peculiar ladrón que se roba un bebé junto con una policía con la que esta enamorada. Pero quizás el ápice definitivo, en cuanto a su método, donde más pudo demostrarlo, fue en Wild at Heart, dirigida por David Lynch, uno de los directores más abiertos a desafiar las convenciones del cine clásico. 

Con el Premio Oscar de 1995, por Leaving Las Vegas, a Nicolas se le abrieron las puertas de las películas taquilleras. A partir de allí, tuvo aproximadamente una década de películas mainstream, grandes apuestas que en su mayoría terminaron en fracasos, tanto comerciales como de crítica. Es esta serie de películas la que degradó un poco su calidad actoral, porque quienes conozcan los films antes nombrados demuestran que Cage no sólo tiene capacidad de adaptación, tiene la cintura suficiente para aún así darle su impronta. 

¿Y cuál es esa impronta? Nicolas sostuvo, desde sus primeras apariciones, que el límite de la actuación no existía, que el realismo, como tal, tampoco. Lo importante para él era siempre hacer sentir algo. Y, a diferencia del actor más convencional de cine, donde se parte de hacer lo mínimo para transmitir lo máximo, él maximiza sus acciones. Esto, además de aportar una mirada interesante sobre ese difuso límite entre ficción y realidad que siempre tiene el cine, le rindió significativamente para la mayoría de sus personajes, aunque es cierto que en otros quizás exageró un poco. 

En algunas entrevistas ha señalado la influencia del expresionismo alemán, un movimiento de los primeros años del cine, que se caracterizó por magnificar los elementos de la puesta en escena, en pos de resignificar o enfatizar el hecho dramático. Incluso en una entrevista admite haberse inspirado para una escena de Hechizo de luna, película de 1987, en una escena específica de Metrópolis de Fritz Lang, quizás una de las más icónicas películas de este movimiento. 

Para cerrar, él mismo desarrolló una técnica a la que llamó “Nouveau Shamanic”, que utilizó para su papel en Ghost Rider y consistía en apelar a transformaciones físicas previas a llegar al set, para evocar lo que representaba su personaje. Una interesante mezcla del estilo de la evocación con el método físico. 

En resumen, Nicolas Cage podrá ser más o menos querido, más o menos disfrutado, lo que no se puede negar es que es un profesional comprometido, y que en su carrera buscó siempre ampliar los límites y dejar su particular huella. Y se puede afirmar que mal no le ha ido. 

Suscríbete a nuestro newsletter para recibir todas las novedades y participar de concursos exclusivos desde aquí.

Temas