La película dramática y profunda sobre la cultura japonesa que no te puedes perder en Netflix

La plataforma de Netflix es una de las más diversas en cuanto a contenido. Su catálogo incluye diversos estilos, formatos y procedencias, lo que la hace ciertamente atractiva para sus suscriptores. Pero también es cierto que no toda su oferta es de la misma calidad, y muchas veces se puede terminar algo decepcionado con la película elegida. 

Para ello, seleccionamos uno de los tantos títulos que sobresalen entre tantas opciones: Memorias de una Geisha, una excelente película estrenada en 2005 y dirigida por Rob Marshall. Su magistral producción la hizo valedera de tres Premios Oscar: Mejor Fotografía, Mejor Diseño de vestuario y Mejor Dirección de arte. 

Ambientada en el Japón de 1929,en esta película se narra la historia de Chiyo, una niña japonesa que es llevada, junto con su hermana mayor Satsu, a una okiya (casa para geishas), donde Satsu es rechazada y Chiyo aceptada. Allí conoce a Pumpkin, otra niña que va a ser instruida como geisha, y a las famosas Hatsumomo y Mameha. Tras una difícil adaptación, Chiyo se enamorará de el Presidente, lo que la motivará para transformarse en la mejor geisha posible y así estar lo más cerca de él.

Las geishas eran profesionales que se dedicaban al entretenimiento en diversos eventos, con distintas presentaciones que iban desde el canto, baile o la narración. No exentas de destratos que son propios de esa cultura, las aspirantes a geishas se formaban bajo métodos cuestionables. No es para menos señalar que Chiyo es vendida para ser formada en esta okiya, y que Satsu es enviada a un prostíbulo tras ser rechazada. 

La película es narrada por una adulta Chiyo, quien profundiza sobre las vicisitudes que tuvo que enfrentar, los aprendizajes que le dejaron y también aquellas situaciones que causaban arrepentimiento o que marcaron su destino. La pequeña Chiyo transitará un mundo complejo, donde desde su inocencia irá descubriendo que existe el rencor, la envidia y también el instinto de adaptación y supervivencia. 

Memorias de una Geisha tuvo cierta polémica durante su paso en salas. Si bien tuvo una recepción más que aceptable, en EEUU nunca despegó en cuanto a taquilla, mientras que en los países orientales como China o Japón su desempeño fue mejor. Pero en el caso de estos últimos países, las críticas hicieron eje en cuanto a que se “occidentalizó” la cultura japonesa, o que el reparto era en su mayoría de personas chinas en lugar de japonesas. Sin embargo y tal como comentábamos, la recepción fue en su mayoría, positiva. 

El reparto del film lo componen Zhang Ziyi, Suzuka Ohgo, Gong Li y Samantha Futerman, que componen un equipo que funciona de maravilla y que maneja a la perfección los ritmos del relato. Memorias de una Geisha se encuentra disponible en Netflix y es una película imperdible. 

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