Prey: cuando una idea sencilla le regresa la gloria a una franquicia apagada

Prey: cuando una idea sencilla le regresa la gloria a una franquicia apagada

QueVer tuvo acceso a Prey, la nueva apuesta de 20th Century Studio para la mítica franquicia de acción y ciencia ficción. En esta nota te contamos lo que nos dejó esta historia que se remonta a la primera incursión del cazador Yautja a la Tierra.

Fernando Bedini

Fernando Bedini

En 1987 el director John McTiernan le dio vida a Depredador, la historia escrita por Jim y John Thomas sobre un cazador de otro mundo con letal tecnología, capaz de hacer a los humanos sus trofeos, que enfrenta a un grupo de militares de élite. Sumando a Arnold Schwarzenegger, la máxima estrella del momento en el cine de acción, la película fue un boom que, además arrasar en taquillas y potenciar la carrera del austríaco, desató una franquicia.

En 1990 llegó la secuela, Depredador 2. Para esta entrega, el argumento traslada al cazador a otro tipo de jungla: la ciudad. La crítica fue despiadada y en lugar de ver la perspectiva que ofrecía la nueva historia, optaron por liquidarla. De todas formas con el paso de los años el filme de Stephen Hopkins recibió el apoyo que merecía, como una secuela digna y con un protagonista (Danny Glover) que nada tenía que envidiarle a Arnold.

Arnold, ahora el segundo que enfrentó al Depredador.

Teniendo en cuenta que Depredador 2 fue un fracaso taquillero, Fox dejó en criogenia al extraterrestre. Si bien en 2004 y 2007 se dio el crossover entre las criaturas de la empresa con Aliens vs Depredador, que también fueron un fracaso, recién en 2010 el cazador yautja encontró una nueva secuela con Depredadores de Nimród Antal y con Robert Rodríguez metiendo mano. La película fue bien recibida y gozó de un éxito moderado, pero no convenció del todo a Fox. Ocho años más tarde fue turno para Shane Black. El guionista de Lethal Weapon y el primero en morir en manos del Yautja, lanzó El Depredador. Con su trama poco convincente y exceso de CGI, rompió el corazón de los fans y terminó por complicar más la situación de franquicia.

Quién vio que todavía había potencial en la historia fue el director Dan Trachtenberg. El responsable del piloto de The Boys y la aclamada 10th Cloverfield Lane, escribió un guion junto a Patrick Aison. Conociendo el riesgo de lidiar con el peso de una franquicia muerta, apagada, poco cuidada, Dan convenció a los ejecutivos de que su libreto era justo para resucitar al Depredador. Así fue como en plena pandemia recibió luz verde para darle vida a su obra: Prey.

El nuevo Depredador, primitivo, pero tan letal como siempre.

Cuando los fans se enteraron que Depredador volvería al cine, sintieron una gota de sudor frío recorrer sus nucas, pensaron que estarían ante otro bodrio que seguro terminaría por sepultar la franquicia. Afortunadamente Prey es todo lo contrario. Desde su camino en la promoción, la película de Trachtenberg vaticinó frescura, misticismo y alejó el miedo de pensar que llegaba otro fracaso.

Prey no pierde tiempo en contar algo intrincado, va por lo sencillo e innovador, llevar la trama mucho tiempo antes de los visto en 1987 y contar la primera incursión del cazador Yautja en la Tierra. Para hacer esto, Trachtenberg y Aison nos sitúan en el año 1719, en el seno de una tribu Comanche en las Grandes Llanuras de EEUU. Allí conocemos a Naru, una joven que va contra las creencias de su pueblo, ya que quiere ser una cazadora. Mientras intenta probar su valía, la joven comanche encontrará que hay alguien más cazando en sus territorios.

Naru lleva las riendas de historia atrapante.

Ambert Midthunder, la responsable de interpretar a Naru, se carga el filme al hombro con una gran actuación, otorgándole crecimiento a su personaje conforme transcurre la historia. A pesar de la desventaja táctica frente a la bestia, Naru se las ingenia para salir airosa y principalmente para demostrar que es capaz de lo que dice ser: una cazadora. Esta comanche tranquilamente está a la altura del Mayor Alan "Dutch" Schaefer (Arnold) y el detective Mike Harrigan de LAPD (Danny Glover).

En cuanto al extraterrestre, Trachtenberg hizo un trabajo superlativo, presentando a una criatura distinta, con nueva tecnología, pero primitiva si la comparamos con la que utilizan sus sucesores. El director juega con el Depredador de la misma manera que lo hicieron las dos primeras entregas, permitiendo que el público lo vea poco y que recién se muestre en su máximo esplendor para el final de la cinta, tal cual como King Willie le decía a Harrigan en Depredador 2, "No podrá ver los ojos del demonio hasta que venga a llamarlo”.

Dane DiLiegro hace un gran trabajo como el Feral Predator.

Estos y otros factores hacen que Prey le conceda a la franquicia de Depredador la frescura que anhelaba y necesitaba hace años. Al mismo tiempo, esta película sienta las bases para la llegada de más historias en distintos contextos temporales, los que no necesariamente deben estar ligados a las historias que vimos en el cine. 

Para cerrar, como punto en contra que se puede encontrar, es que Prey no llegó a los cines. No se pudo aprovechar al máximo el festín visual y sonoro que ofrece, especialmente la batalla final.

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