Una por una, las cámaras que usó Sammy en The Fablemans

Los Fabelmans se transformó rápidamente en una de las películas más andas por parte del público cinéfilo. Obteniendo una recepción unánimemente positiva, este film apasionante tiene un contenido autobiográfico muy evidente. 

Más allá de los personajes con nombres ficticios y algunos otros personajes inventados, lo cierto es que Steven en este film representa cómo el cine cambió su vida, y cómo lo utilizó como motor para volcar sus emociones y trasladar las dificultades de la vida diaria. 

Uno de los elementos que marcan el avance de la historia son las cámaras con las cuales el pequeño Sammy Fabelman comienza a narrar sus historias. Desde la pequeña cámara con la que empieza a filmar sus primeras situaciones de vida hasta aquella que utiliza para realizar grandes proyectos. 

Y las mismas, como no podía ser de otra manera para un hombre de la calidad de Steven Spielberg, son realmente las cámaras que utilizó durante esos años y que realmente existían durante las décadas en las que Spielberg era apenas un niño. 

La primera cámara que utiliza, cuando apenas era un niño, es la Kodak Brownie Turret, una cámara muy popular de uso casero, con el famoso formato de 8mm, un rollo pequeño muy utilizado para uso personal. Esta cámara, que aún se puede encontrar en venta por parte de algunos coleccionistas, consta de tres lentes que permiten tener las tres ópticas (angular normal y teleobjetivo) sin necesidad de intercambiar lentes. 

Luego, el tío, interpretado por Seth Rogen le regala una Bolex H8 Reflex. Estas cámaras también tenían un formato de 8mm, aunque su estructura permitía una mayor capacidad de carga. Hay un momento en la que pareciera estar usando una Paillard Bolex P3 8 mm, que permitía el intercambio de lentes. 

Por último, antes de lo que sería el salto a la profesionalidad del joven Sammy, utiliza una Arriflex 16S, una cámara significativamente más armada, con un formato de 16mm, mucho más parecido al 35mm clásico que se utiliza para las películas (aunque a veces se filma incluso en 70mm).

Toda una historia contada a través de la cámara y el celuloide, una película tan interesante como emotiva, una de las mejores de Spielberg de los últimos años. 

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