Tristeza en las redes: pintaron las paredes de un hotel donde se filmó unas de las mejores películas independientes de los últimos años

Las películas funcionan en una suerte de universo paralelo al nuestro. Si bien sus tiempos y situaciones son ficticias, hay dos componentes aplicables a nuestra realidad. La presencia de los actores frente a cámara, una imagen tomada por el dispositivo, y la locación donde se lleva a cabo la escena o película. Incluso aunque este sea el decorado de un set, esto es tangible y existe tanto dentro como fuera del mundo ficcional. 

Por ello, cuando se utilizan locaciones reales, o sea, ya existentes, para que formen parte del decorado de la película, mucha gente toma casi como una aventura visitarlos, ya que se trata de un acercamiento a la ficción desde una posición absolutamente nueva. Así es como, por ejemplo, miles de fanáticos se acercaron a la casa donde Walter White tira la pizza sobre el techo durante la serie Breaking Bad. 

Por eso hace unos días los vecinos de Florida notaron un rotundo cambio en un espacio que resulta icónico para el cine independiente norteamericano de los últimos años. El hotel donde había sido filmada The Florida Project, la excelente obra de Sean Baker, había sido pintada nuevamente. La mala noticia es que decidieron cambiar los resonantes tonos pasteles y sus llamativos colores en la escala de los magentas/rosados por una paleta de grises y blancos. O sea, la fachada cambió completamente su estilo. 

Recordemos que The Florida Project cuenta la historia de un grupo de niños que se encuentran viviendo en el mismo complejo de habitaciones, víctimas de un sistema que los ha expulsado y luchando para sobrevivir con lo poco que tienen, con el parque temático de Disney como vecino y principal referencia de desigualdad. Los colores del edificio juegan un papel importante en la narrativa, que resalta las desigualdades y las dificultades de un día a día complejo que muchas veces se presenta como algo mucho más sencillo. 

Por eso, tras el éxito de la película, que cuenta con la participación de Willem Dafoe, muchas personas consideraron ese espacio como una suerte de ícono del cine independiente y, por qué no, como una suerte de reivindicación del mensaje de Baker. 

Hoy, lamentablemente, sus paredes volvieron al gris. Esperemos que por lo menos siga contrastando con la realidad y todos sus transeúntes disfruten una vida mucho más sencilla y feliz. 

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