Así fue el debut actoral de Meghan Markle en una longeva serie norteamericana

Antes de ser la polémica Duquesa de Sussex, Meghan Markle era una actriz más del montón; hasta que, se enamoró del príncipe Harry y toda su carrera cobro nuevo valor. 

Con sólo nueve películas en su haber, el gran despegue profesional de Markle fue gracias a Suits aunque ese no fue su debut televisivo. Su primer rol data de 2001 cuando fue convocada para un rol menor en la longeva serie norteamericana General Hospital.

Así fue el debut actoral de Meghan Markle:

Situada en la ciudad ficticia de Port Charles, Nueva York, la serie se centra en la vida de sus habitantes de y en el hospital de la ciudad. 

Estrenada en 1963, General Hospital es, actualmente, la más longeva de la televisión americana y la segunda del mundo tras la británica Coronation Street que lleva 53 años transmitiéndose.

Volviendo a Meghan Markle, su rol en el show era el de Jill una enfermera bastante despectiva con los pacientes y con sus compañeros de trabajo, algo que los críticos podrían relacionar con sus malos modos a la hora de tratar al personal del Palacio.

Si bien el personaje no se extendió más que un algunos capítulos, le dio a la hoy Duquesa de Sussex su primera chance en la televisión, donde luego se volvió un rostro conocido gracias a cadenas como Hallmark que la contrataban por su belleza más que por su talento.

"Ser 'étnicamente ambiguo', como me consideraban en la industria, significaba que podía audicionar para prácticamente cualquier papel. Transformándome de latina cuando vestía de rojo, a afroamericana cuando vestía de amarillo mostaza. Mi armario se llenó de vestidos de moda para hacerme lucir tan racialmente variada como un cartel de Benetton de los ochenta", relató Meghan.

"Lamentablemente, no importó: no era lo suficientemente negra para los papeles negros y no era lo suficientemente blanca para los blancos, lo que me dejó en algún punto intermedio como el camaleón étnico que no podía conseguir un trabajo”, escribió Markle en un ensayo publicado en ELLE en 2015, en el que se refería a los desafíos de ser una actriz biracial en busca de un lugar en Hollywood.