El escándalo en torno a Karla Sofía Gascón deja en evidencia la oscura realidad de los Premios Oscar y demás galardones
La actriz protagonista de Emilia Pérez se vio obligada a cerrar su cuenta de X, luego de que viejos tuits suyos salieran a la luz, poniendo en jaque su imagen y la de la película.
La carrera hacia los Premios Oscar 2025 se ha transformado en una escena digna del filme Cónclave, donde los candidatos van cayendo uno a uno a medida que sus "trapitos sucios" van saliendo a la luz. Ya son varios los filmes nominados a Mejor película, los que han sido cuestionados por uno u otro motivo. The Brutalist quedó expuesta al revelar que utilizó IA a la hora de mejorar los acentos de sus actores; Anora también ha recibido críticas por la no utilización de coordinadores de intimidad durante el rodaje; y Emilia Pérez, continúa en el ojo de la polémica por las recientes declaraciones de su director Jacques Audiard y su protagonista Karla Sofía Gascón.
Gascón, nominada a Mejor actriz por su actuación en el filme, vive momentos complicados luego que una serie de viejos tuits comenzaran a salir a la luz. Esto se ha sumado a la ya controvertida película, generando una tormenta mediática y forzándola a tomar una decisión drástica: cerrar su cuenta de X.
La situación explotó cuando usuarios en redes rescataron publicaciones en las que la actriz hacía comentarios controversiales sobre la crisis racial en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd en 2020, así como declaraciones críticas sobre la inmigración musulmana en España. Estas declaraciones racistas e islamofóbicas, desataron una ola de críticas y ataques hacia la actriz.
Ante la creciente presión y el acoso que ha recibido en las últimas horas, Gascón publicó un extenso comunicado en el que reconoce sus errores del pasado y se disculpa por sus palabras. "Soy humana, he cometido errores y seguiré cometiéndolos, pero siempre he defendido los derechos de todas las minorías", expresó la actriz.
En las últimas horas, X se ha llenado de opiniones de especialistas, cinéfilos y usuarios del espacio, quienes aseguran que toda esta situación le jugará en contra a Gascón de cara a la próxima entrega de los Oscar. Es cierto que los galardones de la Academia no buscan premiar a "buenas personas", pero evidentemente, tampoco a las buenas películas.
Las nominaciones a la próxima edición de los Oscar ha dejado en evidencia que los votantes se han inclinado más hacia lo político, a lo que sucede fuera de la pantalla y a lo que dicen o hacen sus protagonistas, más que preocuparse por la obra en sí. El termómetro parece estar puesto en el índice de popularidad o aceptación de tal o cual película o actor, más que en aquella película que haya logrado la excelencia fílmica.
De ahí que la conclusión por estas horas parece ser que Emilia Pérez, la película más nominada con 13 candidaturas, perderá todo el apoyo como consecuencia de la escalada mediática que se ha desatado por los dichos o viejas declaraciones de sus protagonistas.

Claro que el resurgimiento de los viejos tuits de Gascón son repudiables en todo sentido, ¿pero no se debería estar hablando de si merece o no el Oscar en base a su actuación, en lugar de lo que haya dicho o piense? Al mismo tiempo, mientras la actriz ve sus chances de Oscar cada vez más lejanas, también le da cierta victoria a favor, ya que no tardará en argumentar que ha caído víctima de una campaña de descredito y odio por ser parte de una minoría, es decir, por pertenecer al colectivo trans.
Un cierre forzado y el impacto en su carrera

Tras la olas de comentarios y reacciones por parte de las redes sociales, Karla Sofía Gascón tomó la decisión de cerrar su cuenta de X, argumentando que no quiere que su familia se vea afectada por la oleada de odio en su contra. "He sido amenazada de muerte, insultada y acosada hasta la extenuación. Tengo una hija maravillosa a la que debo proteger", declaró en un comunicado publicado por el sitio The Hollywood Reporter.
"He defendido a todas y cada una de las minorías de este mundo y he apoyado la libertad de religión y cualquier acción contra el racismo y la homofobia de la misma manera que he criticado la hipocresía que subyace en ellos, porque lo primero de lo que soy crítica es de mí misma", dice en otra parte de sus declaraciones. "Soy un ser humano que también ha cometido, comete y cometerá errores de los que aprenderé. No soy perfecta. Sacar mis palabras de contexto o manipularlas para hacerme daño es algo de lo que no soy responsable", agrega,
Y cierra: "Está claro que hay algo muy oscuro detrás. Pero les digo algo: 'Cuanto más intenten hundirme, más fuerte me haré. Mayor será la victoria'".
La reacción en Hollywood ha sido variada. Mientras algunos defienden su derecho a disculparse y evolucionar, otros consideran que sus antiguas declaraciones son demasiado problemáticas para ser ignoradas. De hecho, en las últimas horas ha trascendido que actrices como Lily Gladstone y Anya Taylor-Joy, y hasta la cuenta oficial de la Academia de Hollywood, dejaron de seguirla en Instagram. Su nominación había sido vista como un paso histórico para la inclusión de personas trans en la industria cinematográfica, pero ahora, la controversia ha puesto en duda cómo impactará esto en la votación de la Academia.
El trasfondo político y social

Este escándalo también llega en un momento políticamente tenso en Estados Unidos, con el regreso de Donald Trump a la presidencia y el resurgimiento de discursos en contra de la comunidad LGBTQ+. La nominación de Karla Sofía Gascón se había convertido en un símbolo de resistencia ante la creciente intolerancia y los discursos de odio, pero ahora su posición es más complicada, ya que ella misma incurrió en todo eso que viene criticando.
A pesar del revuelo, Gascón ha mantenido su mantra durante esta temporada de premios: "La luz siempre triunfará sobre la oscuridad". Sin embargo, con la controversia escalando y la opinión pública dividida, su camino hacia la estatuilla dorada es más incierto que nunca.
Queda por ver si la Academia la respaldará o si este episodio afectará sus posibilidades de ganar. Mientras tanto, el debate sobre la cultura de la cancelación, el impacto de las redes sociales en las carreras de las figuras públicas y la imposibilidad de separar la obra del artista, sigue más vigente que nunca.