No puedes decir que has visto cine clásico si no has marcado esta sensual película que revolucionó el cine

No puedes decir que has visto cine clásico si no has marcado esta sensual película que revolucionó el cine

Esta película es más que un clásico del cine negro: es una película que trascendió su época, convirtiéndose en un referente que sigue vivo.

Martina Ruffo Vicino

El cine de principios del siglo XX nos dejó una cantidad enorme de películas de todo tipo, muchas de ellas pioneras en su época. Aunque el cine ha evolucionado muchísimo desde entonces, hay historias que siguen cautivando, personajes que se han vuelto inmortales y escenas que todavía hoy generan impacto. Algunas películas ya forman parte de un legado imposible de borrar y son una referencia perfecta que engloba características que formaron aquel cine tan especial.

Disponible en la plataforma Max, Gilda es una de esas películas que simplemente tienes que ver. Es un clásico del cine negro de 1946 cargado de misterio, tensión y poder ambientada en la Buenos Aires de la posguerra. Dirigida por Charles Vidor, sigue a Johnny Farrell (Glenn Ford), un jugador de cartas que entra a trabajar para el enigmático Ballin Mundson (George Macready), dueño de un club de apuestas. Todo cambia cuando Farrell descubre que la esposa de su jefe es nada menos que Gilda (Rita Hayworth), una mujer de su pasado con la que mantiene una relación de amor y odio que definirá el curso de la historia.

Mira el tráiler de Gilda de 1946:

 

Esta cinta es uno de los ejemplo más poderosos y una de las principales referencias de lo que conocemos como las femme fatales. Rita Hayworth brilla con una interpretación que la convirtió en un ícono del cine clásico. Su escena cantando Put the Blame on Mame, quitándose lentamente un guante, es una de las más memorables de la historia del cine. Pero más allá de su sensualidad y magnetismo, su personaje es complejo y fascinante, lleno de matices que hacen que cada una de sus apariciones en pantalla sea inolvidable.

Más allá de la legendaria presencia de Hayworth, Gilda destaca por su guion afilado, sus diálogos cargados de dobles sentidos y una fotografía que aprovecha al máximo el juego de luces y sombras característico del cine negro. Es una película de miradas intensas, de silencios llenos de significado y de emociones contenidas que estallan en los momentos menos esperados. Cada escena está construida para atrapar al espectador y sumergirlo en su atmósfera.

Rita Hayworth quedó inmortalizada como una de las estrellas más importantes del cine clásico. Foto: Columbia Pictures

Este no es solo un thriller romántico con una historia envolvente, sino una de esas películas que han dejado huella en la historia del cine. Su exploración del deseo, la manipulación y la obsesión la hacen tan impactante hoy como en el momento de su estreno. Es la prueba de que el cine clásico no solo resiste el paso del tiempo, sino que sigue siendo relevante y emocionante.

Si nunca viste Gilda, esta es tu oportunidad. Disponible en Max, es un viaje a una época dorada del cine, con una historia atrapante y un personaje que redefinió para siempre el concepto del cine, el erotismo en la pantalla grande y el rol de la mujer en el cine.

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