Este western con Sam Elliot se estrenó dos años antes de Tombstone y le valió una importante nominación
Sam Elliott se lució en este western, con una actuación que fue reconocida por la crítica. A continuación, te contamos de qué se trata.

Conagher, el western que consolidó a Sam Elliott como ícono del género.
TNTAunque Tombstone sea probablemente el western más conocido de Sam Elliott, Conagher le dio uno de los personajes más memorables de su carrera.
A lo largo de los años, el actor ha protagonizado películas y series icónicas como Mask, The Big Lebowski, 1883 y, por supuesto, Road House. Pero si hay un género en el que encaja a la perfección, es el western. Aunque su carrera ha sido diversa, pocos actores resultan tan convincentes interpretando a un vaquero como él.
El currículum de Sam Elliott en el western es impresionante. Desde pequeños papeles en clásicos como Butch Cassidy and the Sundance Kid, hasta protagonizar títulos como The Shadow Riders, The Quick and the Dead y Tombstone, donde interpretó a Virgil Earp, hermano mayor de Wyatt (Kurt Russell), en la legendaria confrontación contra la banda de los Cowboys.
Aunque Tombstone fue un éxito en 1993 y hoy es considerado uno de los mejores westerns de todos los tiempos, el papel de Elliott en ella fue limitado en comparación con el que tuvo en Conagher, dos años antes.
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¿De qué se trata Conagher?
Basada en la novela homónima de Louis L’Amour, Conagher presentó a Elliott en el rol principal como Conn Conagher, un vaquero duro y solitario que acepta un trabajo ayudando a un viejo ranchero a defender su propiedad de una banda de forajidos. Al mismo tiempo, desarrolla una relación con Evie (Katherine Ross), una viuda que lucha por sacar adelante a sus hijos en una zona aislada del oeste.
El filme es un western tradicional, al estilo de los años 50, perfectamente imaginable con actores como Gary Cooper o John Wayne.
Aunque tiene sus escenas de tiroteos, es más un drama que una cinta de acción. La violencia está contenida y se presenta como último recurso. La historia es episódica: en su primer acto se centra en las dificultades de Evie, y en la segunda mitad, el protagonismo pasa a Conagher.
Más allá del conflicto con los bandidos y las tareas en el rancho, la película sorprende como una tierna historia de amor que se va construyendo lentamente entre Conn y Evie. La química entre Elliott y Ross -casados en la vida real- aporta una autenticidad conmovedora a cada una de sus escenas compartidas.
Por su trabajo en esta cinta, Sam Elliott fue nominado al Globo de Oro como Mejor Actor en la categoría de Miniserie o Película para Televisión, un reconocimiento merecido por una de sus interpretaciones más destacadas.
Una racha dorada en el western entre los 80 y los 90
Algunos actores atraviesan etapas particularmente inspiradas en sus carreras, y eso le ocurrió a Sam Elliott entre mediados de los 80 y mediados de los 90. En ese período, participó en películas destacadas como Fatal Beauty con Whoopi Goldberg, la miniserie Gone to Texas, y otras adaptaciones de L’Amour como The Quick and the Dead.
Luego llegarían Tombstone, Buffalo Girls y el épico drama bélico Gettysburg, que si bien no fue un éxito de taquilla, fue muy bien recibido por la crítica en 1993.
Conagher apareció justo en la mitad de esa racha y se mantiene como una de sus mejores películas del género. Incluso en proyectos más alejados del western tradicional, como Ghost Rider o Thank You for Smoking, el actor ha sabido impregnar a sus personajes con esa serenidad y dureza típicas del vaquero clásico.
Su participación en 1883 es uno de sus trabajos más recientes y ha sido considerada por muchos críticos como la mejor actuación de su carrera.
Conagher es una película que vale la pena ver porque representa de forma auténtica el espíritu del western clásico, con una narrativa centrada en la lucha por la justicia, la soledad del vaquero y los valores tradicionales del oeste americano. Destaca por su guion sólido, actuaciones sinceras y una ambientación cuidada que captura la dureza y belleza del paisaje del Lejano Oeste.
Más que una historia de acción, Conagher ofrece una reflexión sobre la integridad, el honor y la perseverancia, lo que la convierte en una obra significativa dentro del género.