Nicole Kidman reveló cuáles son sus personajes favoritos de toda su carrera y son muy distintos entre ellos
Nicole Kidman expuso su verdad y confesó que estas dos mujeres son sus personajes favoritos de toda su trayectoria.
Nicole Kidman eligió a sus personajes favoritos.
Vogue - Carlijn JacobsNicole Kidman ya es parte de la historia del cine. La actriz australiana lleva tantos años en Hollywood que resulta imposible no asociarla con grandes momentos del séptimo arte. Ha sido reina del musical, víctima de un pueblo cruel, esposa atrapada, científica, bruja y mucho más. Nosotros podemos determinar sus mejores personajes pero muy distinta es la experiencia de la intérprete misma con su trabajo y sus favoritos deben ser muy especiales.
En una reciente entrevista con Vogue, la actriz australiana reflexionó sobre su recorrido y reveló cuáles son los dos personajes que más significaron para ella: Satine en Moulin Rouge!, por un lado, y Celeste en Big Little Lies. Dos mujeres muy distintas pero igualmente complejas que marcaron momentos clave de su carrera y mostraron su talento.
Dos extremos del talento de Nicole Kidman
Sobre Moulin Rouge! de 2001, el clásico musical dirigido por Baz Luhrmann, Nicole recordó el desafío de interpretar a Satine, la deslumbrante estrella del cabaret que esconde una vida trágica detrás del brillo. El papel le valió una nominación al Óscar y la consolidó como una de las actrices más versátiles de su generación.
En cambio, Celeste Wright, la mujer atrapada en un matrimonio violento de Big Little Lies, le dio a Kidman la oportunidad de mostrar un registro muy distinto, más íntimo y contemporáneo. Su interpretación en la serie de HBO le mereció un Emmy y el reconocimiento de la crítica. “Me encantó ser parte de Big Little Lies”, confesó. “Es un personaje que me obligó a explorar rincones oscuros y a mostrar la vulnerabilidad sin miedo”.
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Una actriz fascinada por los límites
Aun así, Nicole Kidman sorprendió al mencionar también a Grace, de Dogville (2003), la perturbadora película experimental de Lars von Trier. “Me gustó ser parte de una obra brechtiana y la forma en que Lars me cuestionaba si las personas eran buenas o malas”, explicó.
En ese filme, la actriz encarnó a una mujer humillada por los habitantes de un pequeño pueblo, en una película que, realmente, no tiene una escenografía real. Muchos críticos consideran ese papel como uno de los más brillantes de su carrera. “Me encanta actuar cuando pienso: ‘¿Qué es esto? Ni siquiera puedo comprenderlo mentalmente’. Es casi como una caída libre”, confesó.
En este mismo contexto, Nicole dejó claro que se siente atraída por los personajes complejos, especialmente aquellos que exploran temas incómodos. “El sexo es una parte importante de nuestras vidas y, a menudo, sigue siendo un tabú, y no debería serlo”, dijo. Los tres personajes que mencionó cumplen esto con creces.
Entre rodajes, premios y alfombras rojas, Nicole Kidman sigue manteniendo el mismo entusiasmo que cuando empezó. Tal vez esa curiosidad inagotable sea lo que la mantiene vigente. Y mientras se prepara para volver junto a Sandra Bullock en Magia práctica 2, demuestra que no hay papel, ni género, ni historia que se le resista.