"Todo se vino abajo": Para Gary Oldman, la muerte de este artista icónico lo cambió todo

Existen artistas cuya presencia marca tanto a su época que parece que se convierten en irreemplazables. David Bowie fue uno de esos seres excepcionales que no solo sobresalió, sino que se mantuvo a la vanguardia con una capacidad inigualable para reinventarse una y otra vez. En su caso, la frase "no habrá nadie como él" es la única que podría describir la magnitud de su influencia. Su muerte en 2016 no solo dejó un espacio en el mundo de la música, sino que marcó profundamente a quienes lo rodeaban.

Gary Oldman fue uno de los amigos más cercanos de Bowie y ha hablado en numerosas ocasiones sobre la relación especial que compartieron. A lo largo de los años, ambos se unieron no solo por su amor al arte, sino por una conexión personal que nació en las calles de Londres. En una reciente entrevista con The Hollywood Reporter, Oldman recordó a su amigo y el impacto que tuvo en él su partida. “Era muy, muy gracioso”, dijo.

Bowie Oldman

La amistad entre David Bowie y Gary Oldman comenzó a través del arte.

Floria Sigismondi

Para Oldman, la muerte de Bowie en 2016 no fue solo la partida de un amigo cercano, representó algo más profundo, como un cambio en el aire mismo. “¿No sientes que desde que murió, el mundo se ha ido a la mierda? Era como si fuera pegamento cósmico o algo así. Cuando murió, todo se vino abajo”.

Lo que más admiraba el actor de Bowie era su capacidad para nunca quedarse en un lugar seguro. "Siempre estaba innovando. Se reinventó a sí mismo y a su música muchas veces", recordó el actor. “Era inspirador porque era un gran innovador y no tenía miedo de probar cosas nuevas. No es nada consciente, pero se contagia”.

Gary Oldman y David Bowie: una amistad hasta el final

La forma en que David Bowie enfrentó su lucha contra el cáncer también asombró a Gary Oldman. En un correo electrónico que le envió, Bowie le informó con una mezcla de humor y dignidad: "La mala noticia es que tengo la C mayúscula y la buena noticia es que he recuperado mis pómulos". El actor ganador del Oscar era una de las pocas personas que realmente sabían del cáncer del artista y este gesto encapsuló la esencia misma de su amigo: un ser inquebrantable, creativo, pero profundamente humano.

Hoy, a más de una década de su partida, el mundo sigue avanzando, pero hay algo que se ha perdido para siempre. Gary Oldman admitió que, en ocasiones, ve cosas que lo hacen pensar: “Dios mío, me pregunto qué habría pensado Dave de esto”. El mundo puede seguir girando, pero hay una parte de él que nunca volverá a ser la misma.