Así fue la juventud de José Coronado antes iniciar su carrera como actor

En el año 2012, José Coronado comenzó a formar parte del selecto club de actores que cuentan con un premio Goya en su haber. El toque que le faltaba a una carrera que ya acumula cerca de cuarenta películas, más de diez series de televisión y otras tantas producciones teatrales. Sin embargo, durante su juventud comenzó a prepararse para otra cosa. 

Nacido en el castizo y acomodado barrio de Chamberí, en la ciudad capital de Madrid, José María Coronado fue el mediano de los tres hijos que tuvieron Jose María Coronado Valcárcel y María Rosa García Barajas. Su padre era doctor ingeniero de telecomunicaciones y su madre se ocupaba de la casa.

Durante su juventud se metió a estudiar Derecho y estuvo allí casi cuatro años. Esta disciplina no le convenció y decidió entrar a Medicina, una carrera que estudió durante dos años. Sin embargo, y como él mismo lo ha revelado entre risas en más de una entrevista, en esa época se la pasaba jugando al mus en la cafetería en lugar de ir a clases. “Acabé siendo un perfecto jugador de mus y de póker”, ha dicho el actor en más de una ocasión.

Al cumplir los 18 años, Coronado ya quiso ser independiente económicamente y comenzó a trabajar como camarero y organizador de cursos de esquí. Se hizo coreógrafo, abrió varios restaurantes, una agencia de viajes y hasta montó una de modelos. 

Durante diez años consecutivos el actor, quien luego sería uno de los galanes por excelencia del cine español, trabajó duro y aprendió mucho de la vida. Gracias a su atractivo físico protagonizó un anuncio de whisky en Menorca e hizo sus buenas monedas también como modelo en diferentes países.

Durante un viaje por Italia, en la época de su juventud más preciada, vivió un momento muy desagradable que luego reviviría en una entrevista. “Una vez sentí acoso en Italia. Estaba haciendo una campaña e hicieron una fiesta en el Lago di Como. A los dueños de la casa, que eran dos hermanos, parece que les gusté. Me metieron algo en la copa. Perdí absolutamente la noción del tiempo. De pronto me encontré con que esa fiesta de 200 personas se había evaporado y solo estaba yo con los dos hermanos", contó apenado el actor.

Actor gracias a una amiga

Tras varios años de trabajo duro y constante, una amiga suya le aconsejó que se metiera a un curso de interpretación para combatir el estrés diario que sufría por las largas jornadas de trabajo a la que estaba expuesto. El actor le hizo caso y se apuntó a uno de Cristina Rota. Tenía casi 30 años y el camino glorioso a convertirse en el José Coronado que conocemos hoy recién comenzaba.

Su primera actuación fue en la obra de teatro El Público, en 1987, y poco después dio el salto al cine con Waka-Waka ese mismo año. A partir de ahí no dejó de trabajar y de cosechar éxitos. Su gran papel llegó en el año 2010, con 53 años y un protagónico en la película No habrá paz para los malvados. Su sublime actuación le valió un premio Goya a Mejor Actor Protagonista.

Desde entonces, ha continuado haciendo trabajos por los que ha sido considerado uno de los grandes artistas de la escena cinematográfica y televisiva española. Series como El Príncipe, Gigantes o Vivir sin permiso lo han situado en lo más alto. Nunca quiso irse a Hollywood pese a haber tenido la oportunidad, él prefirió seguir su camino en España.

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