Rossy de Palma y el infierno que vivió con el padre de sus hijos

Con el desenfado y la honestidad que la caracterizan, Rossy de Palma se refirió, por primera vez, al infierno que vivió con el padre de sus dos hijos, Gabriel y Luna.

“De un momento a otro las cosas empezaron a ir mal. Empezó a ser más posesivo, quería tener el don de mando y bloqueaba mi instinto maternal. Me sentía angustiada. Me montaba un pollo cuando menos lo esperaba y de forma arbitraria”, relato.

Radicada en París, donde residía con su pareja, la actriz se sentía atrapada en un espiral de violencia que afectaba a sus hijos. "Cuando estás en la supervivencia no estás para pensar si eres feliz o infeliz. Estás para salir de ahí. Mis hijos me daban mucha fuerza y yo quería estar bien para ellos", confesó.

Tras un violento episodio, por el que tuvo que intervenir la policía, que tomó la drástica decisión de dejar todo atrás y regresar a España, paso que hacía tiempo quería tomar pero que no se anima a dar.

"Tuve miedo y me vi a mí misma desde arriba... Tuve que ir al hospital y una señora que ayudaba a mujeres maltratadas me dice que lo que tenía que hacer era cambiar la cerradura de mi casa, coger a mis hijos, que eran muy chiquititos, y marcharme para Madrid. Y eso es lo que hice", recordó.

Musa de los grandes diseñadores y una de las figuras más importantes del cine español, Rossy de Palma supo caer y levantarse a tiempo y hoy goza de una vigencia que la hacen estar en el centro de la escena, aunque interprete un rol secundario.

"Yo por amor bajé al infierno, es verdad que como subí con dos ángeles, que son mis hijos. No me arrepiento de haber bajado, pero bajar bajé", concluyó, orgullosa, de saberse resiliente.

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