El motivo de la enemistad que mantuvieron Stallone y Schwarzenegger y que duró casi 30 años

Las estrellas de Hollywood no tienen siempre las personalidades amigables que pueden mostrar en las películas. A veces ni siquiera devuelven el cariño que le dan sus fanáticos. Pero hay situaciones que escalan y llegan a generarse rivalidades entre colegas. 

Entre los egos y las rispideces normales que pueden generarse entre seres humanos, las de los artistas puede escalar exponencialmente por lógicos elementos propios de la vida de ellos: exposición, cierta competencia y por qué no, algo personal que haya pasado detrás de cámaras. Una de las enemistades más emblemáticas (con la acepción que le corresponde a este adjetivo) es la que se dio entre Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, dos exponentes del cine de acción y de los personajes rudos. Este choque de pesos pesados se mantuvo encubierto durante muchos años, pero lo cierto es que los dos actores no podían ni verse. 

A pesar de lo raro que suena esto teniendo en cuenta la amistad que comparten en la fecha, lo cierto es que esto no se dio desde un principio. La primera vez que se cruzaron fue en la entrega de los Globo de Oro de 1977: Sylvester fue como la estrella de Rocky y competía en la categoría de Mejor Actor, mientras que Arnold iba como candidato a Mejor Actor Revelación por Stay Hungry. Aunque no competían directamente, sus características eran similares: ninguno de los dos se caracterizaba precisamente por ser grandes actores, sino más bien por su aspecto físico, su rudeza y sobre todo, sus ganas de triunfar. Según reveló el mismo Stallone, apenas escuchó que Schwaezenegger ganaba el premio y él no, supo que las cosas no iban a ser fácil. 

A partir de allí comenzaron una serie de mensajes cruzados, acusaciones, rumores y referencias satirizadas entre uno y otro a través de sus prolíficas carreras. Un ejemplo concreto es el villano ruso de Rocky IV, que es un ruso con un acento inglés muy duro, que para muchos fue una parodia a la forma de hablar de la estrella de Terminator.

Hubo además sospechas de infidelidades, declaraciones en los medios y la situación más insólita que alguien se pueda imaginar: un engaño por parte de Arnold para que Stallone se quede con el papel de una de las peores películas de la historia. Es que a principios de los 90, al ex gobernador de California le llegó una propuesta para protagonizar ¡Alto! o mi madre dispara.

Apenas leyó el guión, notó que la película era malísima, pero lejos de rechazarla, planeó una venganza a su enemigo. Difundió por distintos medios que estaba interesado en el papel e hizo llegar el guión a Stallone. Luego pidió una suma de dinero exageradamente alta para que no fuera aceptada. Sylvester, alimentado por su competencia, mordió el anzuelo y pasó a desear el papel para evitar que fuera de su enemigo. Todo terminó con Stallone protagonizando una de las peores películas de las que se tienen recuerdo, y sin dudas la peor de su filmografía. 

A fines de esa década terminaron por limar asperezas, a punto tal que abrieron, junto con Bruce Willis y Demi Moore, la cadena de restaurantes Planet Hollywwood (un proyecto del que luego Schwarzenegger se abrió). Nunca quedaron muy claros los motivos de la paz entre ellos, parece ser que la madurez y la fama de ambos llevó a que no hubiera mucho por lo que pelear. Terminaron forjando una bonita amistad y compartiendo pantalla en la saga de The Expendables, la serie de películas que significó el renacimiento de las estrellas de acción de finales del siglo pasado, pero sobre todo el mensaje definitivo de unión entre estas dos estrellas que alguna vez se odiaron. 

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