Colegas de Amanda Bynes rompen el silencio tras su nueva internación en un centro psiquiátrico

En el día de ayer, Amanda Bynes fue nuevamente ingresada en un centro psiquiátrico tras ser vista paseando desnuda por Los Ángeles con semblante desencajado tras sufrir un nuevo brote psicótico. Sin parte médico o detalles sobre su ingreso, Kel Mitchell y Kenan Thompson se refirieron a la salud de su colega en un encuentro de estrellas de los ’90 al que la actriz planeaba asistir, pero declinó la invitación a último momento aduciendo problemas de salud.

"He estado rezando por ella. Seguimos rezando por ella en su viaje", dijo Mitchell.

Días antes, el actor, que regresará a la pantalla junto a Kenan en la secuela de la cinta de 1997, Buena hamburguesa, se había referido a su compañera de Todo Eso (una suerte de Saturday Night Live hecho por jóvenes actores y pensando para un público infantojuvenil) y su aparente mejoría tras años de terapia.

“Es increíble ver que lo está haciendo mejor. He rezado mucho por ella y esas plegarias han sido respondidos con que ella lo esté haciendo mejor”, expresó.

Mientras a su alrededor solo hay secretismo, la propia Amanda Bynes fue quien, en 2013, que padecía adicciones y trastorno bipolar tras varios sucesos violentos que la tuvieron como protagonista.

Choques, ataques a vecinos y comportamientos erráticos en la vía pública fueron una constante en la vida de la actriz desde 2012 en adelante. Si bien asistió a terapia y a rehabilitación, lo cierto es que la actriz no cuenta con una red de contención que la ayude con sus problemas.

De hecho, tras los primeros problemas, denunció abusos sexuales, físicos, y verbales por parte de su padre durante su juventud. Según reveló, todos ellos fueron provocados en su época de mayor exposición por lo que el alcohol y las drogas se convirtieron en su vía de escape.

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