Un fan le ofreció a Keanu Reeves un descuento en el cine y su reacción se volvió viral
La anécdota sucedió en 2001 pero el joven protagonista decidió compartirla en Twitter 22 años después. Si bien el actor no accedió al descuento y pagó por completo su entrada, le dejó un obsequio al vendedor de boletos que aún hoy conserva.
Pese a su aspecto de tipo rudo, Keanu Reeves tiene un costado sensible para con sus fans que lo destacan en cada encuentro fortuito con él, que se termina transformando en una gran anécdota.
A 22 años de su encuentro cara a cara con el canadiense, James Dator, periodista del sitio de noticias de básquet SBNation.com, recordó lo sucedido cuando el intérprete llegó al cine donde trabajaba para ver Desde el infierno, protagonizada por Johnny Depp y Heather Graham, una aparente tranquila mañana de miércoles.
“Estoy trabajando en la taquilla, aburrido como el demonio y de repente aparece este tipo con jeans, una chaqueta de cuero y un casco de equitación. Me toma unos sólidos 30 segundos ignorar el casco y darme cuenta de que es Keanu Reeves”, escribió en el hilo de Twitter que se volvió viral.
Reeves se encontraba trabajando rodando The Matrix Reloaded por lo que se encontraba en el país y, aprovechando un parate en el rodaje, pasó por el cine en un día y horario que no podría cruzarse con nadie.
“Estoy tan jodidamente impresionado que hago lo que haría cualquier chico sensato de 16 años y le digo que me gustaría darle mi descuento de empleado. Esto significa que necesita firmar mi hoja y, por lo tanto, tengo su autógrafo”, agregó Dator.
Crédito: Esquire
La respuesta de Keanu fue contundente: “No trabajo aquí”; y decidió pagar el precio completo de la entrada, retirándose ante la decepcionada mirada de su joven fan que se quedaba así sin un recuerdo suyo que atesorar.
A los pocos minutos, James Dator oyó que alguien tocaba la puerta de la taquilla. Pensando que era su jefe, el joven se levantó sin muchas expectativas y abrió la puerta, para encontrarse con Keanu Revees sosteniendo un papel para él.
“Me di cuenta de que probablemente querías mi autógrafo. Así que firmé esto”, le dijo su ídolo, entregándole un recibo firmado en el dorso.
“Más tarde me di cuenta de que compró un cono de helado que no quería, solo para obtener papel de recibo y poder garabatear su autógrafo para un idiota de 16 años”, concluyó.
Suscríbete a nuestro newsletter para recibir todas las novedades y participar de concursos exclusivos desde aquí.
Te puede interesar
