La cláusula que Robin Williams tenía en su contrato y que le cambió la vida a miles de personas

Sabido es que Robin Williams tenía, además de un inmenso talento, un gran corazón. Mientras que con sus compañeros de elenco era cercano y estaba siempre dispuesto, para con los desconocidos también lo era, siendo los más desfavorecidos en quienes ponían toda su atención.

Tal como reveló el productor y escritor Bryan Lord, el fallecido actor tenía una cláusula en su contrato por la cuál se aseguraba que, al menos, diez personas sin hogar fuesen parte de la producción o el evento en el que participaría como extras o personal de servicio.

Hace años aprendí algo muy interesante sobre Robin Williams y después de eso no podía ver una película suya sin pensar en ello. Tenía la estipulación de que por cada evento o película que hiciera, la empresa que lo contratara también tenía que contratar a un cierto de número de personas sin hogar y darles trabajo. Nunca volví a verlo a él ni a sus películas de la misma forma", escribió en Joe.co.uk.

De esta forma, Robin Williams se aseguraba que Hollywood fuese en verdad inclusivo, dándole la posibilidad a personas sin recursos de ganar dinero de forma honrada y poder así cambiar su realidad. Gracias a esta cláusula, el actor logró ayudar a más de 1520 personas a lo largo de su carrera.

La anécdota de Lord llega luego de que Sally Field revelara la actitud que su colega tuvo para con ella en el set de Mrs. Doubtfire, tras enterarse de que su padre había fallecido.

“Estaba en la caravana fuera de la sala del tribunal donde estábamos filmando la escena del divorcio. Mi padre había sufrido un derrame cerebral un par de años antes y estaba en un centro de enfermería. Recibí una llamada telefónica del médico diciendo que mi padre había fallecido, un derrame cerebral grave. Me preguntó si quería que lo pusieran en el reanimador. Le dije: "No, él no quería eso. Simplemente déjenlo ir. Y por favor, inclínense hacia abajo y digan: 'Sally se despide'", narró.

Allí, con el vestuario de Miranda puesto, lista para grabar, salió a enfrentarse  su trabajo pero fue su marido en la ficción el que se dio cuenta que la actriz no estaba realmente en condiciones.

“Por supuesto, estaba fuera de mí. Llegué al plató intentando actuar con todas mis fuerzas. No estaba llorando. Robin se acercó, me sacó del plató y me preguntó: ´¿Estás bien?´ Él logro que filmasen a mi alrededor el resto del día. Pude volver a mi casa, llamar a mi hermano y hacer arreglos”.

“Es una faceta de Robin que la gente rara vez conocía: era muy sensible e intuitivo”, recordó con nostalgia Sally Field.