Dónde se filmó Animal, la serie española que arrasa en Netflix
La serie Animal, disponible en Netflix desde hace unos días, tiene como escenario principal algunas de las zonas rurales más hermosas de España.

Animal arrasa en Netflix
La serie Animal, disponible en Netflix desde hace unos días, tiene como escenario principal la Galicia natal de su protagonista, Luis Zahera. Creada por Víctor García León, la producción se rodó casi por completo en localizaciones naturales de Santiago de Compostela y sus alrededores, en la provincia de A Coruña. El objetivo del equipo era claro: mantener un equilibrio entre la vida rural y la urbana, reflejando el contraste que atraviesa su protagonista, Antón, un veterinario en crisis.
Según explicó Jota Aceytuno, productor ejecutivo de Animal, las grabaciones se desarrollaron en un radio de no más de 45 minutos alrededor de Santiago. Este enfoque permitió aprovechar la luz natural, los paisajes y la autenticidad de la zona. Así, la serie se impregna del verde gallego y de su atmósfera inconfundible, algo que sería imposible recrear en un set.
Mirá el tráiler de la serie:
Topomorto, el pueblo ficticio donde vive Antón, combina varias localizaciones reales. La entrada y las vistas generales corresponden a Pontemaceira, un enclave medieval del Camino de Santiago hacia Finisterre. Por su parte, la casa del protagonista se encuentra en O Pino y Vilouta (Ames), mientras que el interior fue recreado en el histórico Pazo de Dioño. Incluso el bar del pueblo tiene su versión real: el de Juan, en Vedra, donde se rodaron algunas de las escenas más entrañables.
Las carreteras y paisajes rurales que atraviesa el veterinario también son auténticos. Uno de los puntos más reconocibles es el puente del embalse de Abegondo-Cecebre, que aparece en los capítulos 1 y 9. Además, las ganaderías donde Antón trabaja con caballos y vacas están ubicadas en Pantiñobre, Touro y Teo. Todas son explotaciones reales, con animales verdaderos y el asesoramiento del veterinario local Suso García, lo que da un toque de verosimilitud y respeto por el entorno animal.
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La parte urbana de la historia se desarrolla en Santiago de Compostela. Allí se encuentra “Kawanda”, la gran tienda de mascotas donde Antón comienza a trabajar. Sus interiores fueron filmados en una nave del polígono de Costa Vella, mientras que las escenas sociales transcurren en lugares reconocibles de la ciudad: el pub Bloom, el restaurante del capítulo 4 y el Karaoke Makumba en la zona universitaria. Cada sitio contribuye a mostrar la vida urbana que contrasta con el campo gallego.
Finalmente, uno de los momentos más visuales de Animal se rodó en el Monte Pedroso, mirador natural a 450 metros de altura con una vista panorámica de toda la ciudad. Allí, junto con los interiores filmados en los antiguos Juzgados de Vigo, se completan las localizaciones de una serie que combina humor, ternura y realismo rural. Desde el 3 de octubre, los suscriptores de Netflix pueden disfrutar de esta producción que rinde homenaje a Galicia, sus paisajes y su amor por los animales.