El intenso drama sobre cocina y ambición que no te puedes perder en Netflix
Con una propuesta visual hipnótica y una historia que mezcla ambición, poder y gastronomía de alto voltaje, no te puedes perder esta película de Netflix.
La película se estrenó en 2023.
NetflixLos dramas culinarios tienen algo hipnótico. Tienen la capacidad de combinar la intensidad de una cocina profesional con conflictos humanos tan fuertes como el sabor de un plato. Cuando una película logra plasmar esa tensión, no sólo entre ingredientes y recetas, sino entre egos, clases sociales y pasiones desbordadas, no estamos ante una simple historia de chefs.
En los últimos años, producciones como The Menu, Boiling Point o la serie The Bear, demostraron que la gastronomía puede ser un campo de batalla. A esa lista se suma una propuesta tailandesa que llega con cuchillo en mano.
Hablamos de Hambre (Hunger), un drama psicológico dirigido por Sitisiri Mongkolsiri (Inhuman Kiss) que se estrenó en 2023 y está disponible en Netflix.
Una joven chef, un mentor despiadado y una cocina infernal
La historia de Hambre gira en torno a Aoy (Chutimon Chuengcharoensukying) una joven que trabaja en el restaurante familiar de comida callejera en Bangkok, hasta que un día recibe una invitación que cambiará su vida: unirse al exclusivo equipo culinario de Hunger. El problema es que este exclusivo restaurante está comandado por el implacable Chef Paul, una figura tan carismática como aterradora. Lo que parece ser una oportunidad soñada, pronto se convierte en una experiencia al límite donde la perfección, el poder y la presión lo devoran todo.
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A lo largo de la película vemos la transformación de Aoy. El personaje pasa de ser una cocinera humilde a enfrentarse al lado más oscuro de la alta cocina, en esa constante obsesión por el control, la competencia desleal y el culto al ego.
Frente a ella, Nopachai Chaiyanam brilla como Chef Paul, una figura que parece sacada de una pesadilla de Gordon Ramsay, pero con una calma siniestra que congela la sangre. Por momento se viene a la mente el filme Whiplash, por la relación tóxica maestro-alumno que se va volviendo cada vez más intensa.
Lo interesante de Hambre es que no se queda solo en el mundo culinario: la película utiliza la cocina como una metáfora del capitalismo salvaje, del hambre (literal y simbólica) de poder, reconocimiento y estatus social. Cada plato, cada escena en la cocina, está cargada de simbolismo. Y eso se potencia con una dirección elegante, detallista y cargada de tensión.
En su estreno en Netflix, el largometraje tuvo una recepción crítica bastante positiva, especialmente por su originalidad dentro del panorama del cine tailandés y su capacidad de conectar con temas universales desde una óptica muy local.
Con 130 minutos de duración, Hambre no es una película ligera ni complaciente. Es incómoda, exigente y visualmente fascinante. Te hace salivar y te revuelve el estómago al mismo tiempo. Si te gustan las historias que mezclan tensión, estética cuidada y personajes complejos, esta joyita tailandesa merece estar en tu lista de Netflix.