En qué se inspiró Rian Johnson para la nueva película de Knives Out en Netflix

Rian Johnson nunca fue un director que se inclinara por las respuestas simples. Desde el debut de Knives Out en 2019 dejó claro que su cine de misterio también es una excusa para hablar de poder privilegios y tensiones sociales. En Wake Up Dead Man: Un misterio de Knives Out, su nueva entrega dentro del universo encabezado por Daniel Craig como Benoit Blanc, el foco se corre hacia un lugar más íntimo y menos transitado en el cine mainstream como la religión y el rol de la iglesia en la comunidad estadounidense.

La película trae de regreso al elegante y filoso detective, pero esta vez lo coloca en un escenario muy distinto. Un pequeño pueblo del norte del estado de Nueva York donde un crimen sacude a una congregación católica y obliga a Blanc a trabajar junto a Jud, el sacerdote interpretado por Josh O’Connor. Lejos del estereotipo Johnson construye un personaje empático lleno de contradicciones y profundamente humano.

Cuál fue la inspiración de Rian Johnson para crear la historia de Knives Out 3

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El interés de Johnson por este mundo no surge de la nada. El director creció dentro del cristianismo protestante, formó parte de grupos juveniles y durante años la fe fue un pilar central en su vida. Con el tiempo ese vínculo se quebró y hoy se define como alguien alejado de la religión organizada. Esa distancia es clave para entender el tono de Wake Up Dead Man, ya que no busca sermonear ni ridiculizar, sino observar.

Para escribir a Jud, Johnson necesitó volver mentalmente a esa etapa de su vida. Recuperar la mirada de quien cree y ve el mundo desde ese marco ético fue un ejercicio necesario para evitar caricaturas. El resultado es uno de los pocos retratos positivos y complejos de un líder religioso en el cine comercial reciente, alguien comprometido con su gente y no con el poder.

El guion incluso convierte a este personaje en el protagonista de la historia, ya que su voz atraviesa buena parte de la historia. Esa decisión obliga al espectador a convivir con su lógica, su fe y también con sus dudas, algo poco habitual en un género que suele inclinarse por certezas absolutas.

Knives Out se sumerge en la iglesia católica

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Aunque el directorproviene del protestantismo, eligió situar la historia dentro de una comunidad católica. La decisión tuvo razones prácticas y simbólicas. Para él, la iglesia católica ofrece una riqueza visual difícil de igualar. Ritual, símbolos, arquitectura y una puesta en escena que dialoga directamente con la idea de contar historias, algo central en Wake Up Dead Man.

Antes de escribir varias escenas, Johnson hizo una investigación poco convencional. Aprovechó vínculos familiares para organizar una cena con seis sacerdotes católicos en Denver. Fue un encuentro informal, sin guion previo, donde pudo preguntar de todo. De esa charla surgieron detalles que terminaron siendo claves para la película.

Uno de ellos tiene que ver con la exposición constante de los sacerdotes. El simple hecho de salir a comprar al supermercado con el cuello clerical puesto implica estar disponible emocionalmente para cualquiera que necesite ayuda, consuelo o incluso descargar su enojo. Esa idea de no tener nunca tiempo libre marcó una escena central del film, cuando Jud se ve obligado a dejar la investigación para atender a un feligrés en crisis. Ese momento funciona como un quiebre que lo devuelve a su verdadero rol y lo aleja del juego casi lúdico que propone Blanc.

Wake Up Dead Man: Un misterio de Knives Out propone una mirada honesta sobre la fe, con sus luces y sus sombras. Rian Johnson reconoce que el proceso no lo llevó a reencontrarse con la religión, pero sí a valorar ciertos principios que hoy parecen fuera de época, como la empatía, el servicio y la idea de encontrarse con el otro sin juzgar.

Todas las películas de la saga Knives Out se encuentran disponibles en Netflix.