El juego del calamar: la razón por la que el jugador 001 odia la fama

La serie coreana 'El juego del calamar' es furor en todo el mundo y se ha convertido en un verdadero fenómeno, ubicándose como la serie más vista de Netflix. El éxito de la serie es tan grande que ya se convirtió en la serie más exitosa de la historia de la plataforma de streaming.

La inquietante serie coreana cuenta la historia de un grupo de personas con problemas económicos que aceptan una invitación para competir en juegos de supervivencia que resultan ser desafíos mortales a cambio de un suculento premio económico. 

Tras el arrasador éxito, la vida de los actores y actrices que aparecen en la serie cambió de manera radical, ya que ahora gozan de una impresionante popularidad en todo el mundo, lo cual se ha reflejado en sus redes sociales y también en sus vidas cotidianas.

Sin embargo, no todos disfrutan de esta novedosa fama y la pasan mal a la hora de continuar con su vida cotidiana. Es el caso del veterano actor Oh Young Soo, que interpreta al jugador 001 en 'El juego del calamar'.

El actor concedió una entrevista al programa 'How do I play' y contó que está "flotando en el aire" y no termina de comprender la impresionante fama que ha logrado a sus 77 años de edad.

El veterano actor aseguró que no la está pasando bien y que no sabe cómo sobrellevar su popularidad. "Necesito calmarme, organizar mis pensamientos y contenerme en este momento", aseguró.

Además, el actor reveló que no tiene representante, por lo cual todo lo gestiona por su cuenta y con la ayuda de su hija. "Es muy difícil manejar el volumen de llamadas y mensajes", explicó en la entrevista.

En este sentido, el veterano actor aseguró que le gustaría seguir viviendo su vida normal, como lo ha hecho hasta ahora. El actor sostuvo que "no tiene grandes ambiciones" y que le gustaría "dejar las cosas como están", por lo cual ha rechazado hacer anuncios y otras campañas publicitarias.

Por último, Young soo dejó una reflexión sobre el mensaje de la serie que arrasa en Netflix. "Nuestra sociedad a menudo solo reconoce el primer puesto, como si todos los demás no importaran, como si solo existiera el primero y el segundo no tuviera sentido. Pero a pesar de que el segundo lugar perdió frente al primero, el segundo también superó al tercero. Todos son en realidad ganadores", cerró.