El final alternativo de Mad Men que por suerte no se usó

Para que Mad Men se haya convertido en una de las mejores series de la historia, y aún al día de hoy se siga recordando, hubo un trabajo más que minucioso en cuanto a las decisiones tomadas para el desarrollo de la misma. 

Y el final es uno de los más recordados, considerado por muchos como “perfecto”. Y probablemente tengan razón, ya que ese último episodio de la séptima temporada fue realmente genial. Este final alternativo no era una variación de dicho episodio, sino algo que había planeado Matthew Weiner para la primera temporada.

Es que durante la temporada inaugural, AMC no había asegurado la existencia de una segunda temporada, por lo que el creador de Mad Men ideó un posible final de la serie, algo impensado luego de que hayan existido nada menos que 7 temporadas. 

En el episodio de “The Wheel”, el último de la primera entrega, Don debe intentar cerrar con Kodak, por lo que prepara una charla que le consume todo su tiempo. Para ello, deja que su familia se vaya para el Día de Gracias sin él, que se queda y da uno de sus famosos “discursos” de venta. En el episodio, Don cambia su parecer y va a reencontrarse con su familia, algo que al final resulta apenas una fantasía, mostrándolo a él solo en su casa. En caso de no haber existido una segunda temporada, la idea de Weiner era que esa escena, la del reencuentro, fuera real, cerrando la serie con un final feliz. 

Esto por supuesto que hubiera significado un cambio absoluto en la concepción de la serie y, sobre todo, del personaje. El desarrollo de la primera temporada justifica mucho más que Don haya decidido quedarse en su casa, por lo que el volver con su familia hubiera resultado algo forzado, y por supuesto mucho menos interesante que todo lo que siguió después. 

Más allá de los personajes que aparecen más adelante en la serie, su propio desarrollo y sus conflictos, lo más interesante de que la serie continuara es cómo un final feliz, como el de la séptima temporada, difiere tanto de este alternativo, ya que el que realmente sucedió se da de una manera mucho más orgánica y realista. Un Don enfrentándose a su pasado, haciéndose cargo y, sobre todo, dándose una segunda oportunidad. De la otra manera, hubiera sido más al estilo “happy ending” vacío e injustificado. 

Por suerte para sus fanáticos, AMC tomó la más que sabia decisión de renovar, dándole la oportunidad a Mad Men de convertirse en el ícono que es hoy, colocándose entre las mejores series de la historia. 

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