Se estrena División Palermo en Netflix, una serie argentina que promete

Se estrena División Palermo en Netflix, una serie argentina que promete

Un grupo de personas forman un grupo especial de la policía a pesar de tener casi nula formación. Deberán hacerle frente a un enemigo misterioso mientras aprenden cómo hacerlo.

Nicolás Berte

Hay una nueva apuesta por parte de la plataforma de la N. Como ya supo hacer con Casi Feliz, la plataforma apuesta al formato de la comedia para acaparar el mercado argentino y, por qué no, lograr traspasar fronteras y que triunfe en todo el mundo, como pasó con la mencionada serie de Sebastian Wainraich. 

División Palermo es una serie que trata sobre una guardia urbana creada con el fin de mejorar la imagen de las fuerzas de seguridad, a través de su inclusión. Sin quererlo, mientras todos buscan descubrir qué función tiene la guardia, se enfrentan a una extraña banda criminal.

Una persona ciega, una travesti, un boliviano, un enano y una mujer en silla de ruedas son algunos de los miembros de esta fuerza, que parece una iniciativa positiva pero que la final sólo busca dar una imagen falsa. 

Es justamente el eje del humor de esta propuesta: con mucha acidez, División Palermo parece una burla a la inclusión forzada, a una industria que parece no entender el fondo de los cambios pero que, con tal de no perder espectadores, aparenta saber de qué se tratan estos avances. 

A través de ocho episodios, con un reparto que incluye a Daniel Hendler, Santiago Korovsky (que también actuó en Casi Feliz), Mike Amigorena, Charo López y Pilar Gamboa, entre otros, División Palermo se asoma como una atrevida y original apuesta. Seguramente juegue con el límite, algo clave en el humor, por lo que se puede tratar de una de las sorpresas del año. 

“Hay un humor que arriesga y la plataforma nos abrió las puertas para explorar la creatividad y jugar”, dijo Korovsky a Télam, consultado por el inminente estreno, que también admitió que “muchos de los chistes se les ocurrían a los propios actores, porque había cosas con las que no nos animábamos a decir”.

Con un catálogo que cuenta con decenas de comedias vacías y con poco que mostrar, División Palermo puede erigirse como un faro. Ya se ha demostrado que el humor argentino puede atraer a muchos suscriptores, y esperemos que esta no sea la excepción. 

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