¿Qué significa el color rojo en las películas de Almodóvar?

Pedro Almodóvar es un amante del color rojo y lo demuestra en cada una de sus películas. Pasión, vida y muerte son los tres pilares claves de todas las obras cinematográficas de este excéntrico artista.  

Presente en todas sus obras, en mayor o menor medida, Almodóvar hizo del color rojo —en todas sus tonalidades posibles— su arma de expresión. Desde que lanzó su primer film en 1978, Folle, Folle, Fólleme Tim, esta gama ha formado parte esencial en sus tramas, en el vestuario de los personajes, en los objetos de los alrededores de la escenografía y en la estética de sus artistas. Sin duda, es parte de su marca personal.

Quizás para los simples espectadores sea un detalle que pasa desapercibido, aunque para los que miran más allá de la pantalla saben que esto significa mucho más. Una posible explicación del rojo en las películas de Almodóvar es que representa en cada entrega un sentimiento o emoción diferente. El mismo director lo reveló en una entrevista para la revista francesa Cahiers du Cinema: “En mis películas, los colores, ya sea paredes o ropa, tienen para mí un significado dramático preciso”. 

La presencia del color rojo en su primera película internacional

En su primer film de reconocimiento internacional, Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), un grupo de mujeres —cada una con sus problemas— lucha a toda costa por resolver sus cuestiones personales. La protagonista, Pepa, cuenta con varios outfits repletos de color rojo a lo largo de toda la película; por lo que supone que simboliza la locura que maneja su personaje.

Asimismo, este papel se encuentra rodeado de elementos del mismo tono: el teléfono que utiliza para comunicarse con su examante o el gazpacho que prepara luego para compartir con sus invitados. Todas estas piezas complementan el estado de nervios y las acciones de Pepa y le suman, además, un toque de estilo.

Para Almodóvar, el color rojo no es para tímidos, sino para hombres y mujeres de carácter, de pasión, sexualidad, deseo, delirio, venganza, rencor, dolor y, sobre todo, AMOR. “Mi relación con el color es intensa, muy intensa. Es casi una relación amorosa. Pero al igual que en una relación amorosa, no soy absolutamente consciente como para escribirte una tesis sobre ella”. 

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