El prestigioso director que admira tanto a Messi que lo hizo salir campeón del mundo en su película

Que el fútbol y Messi despiertan pasiones a lo largo y ancho del mundo no es nada nuevo. Quien es considerado como uno de los mejores jugadores de la historia ha dejado una huella en cada rincón donde ruede una pelota. Similar a cómo sucedió con Diego Armando Maradona, inmortalizado en murales, canciones y películas, la figura de Lionel Andrés Messi seguirá creciendo a medida que pasen los años y se agigante su influencia en el deporte. 

Uno de los responsables de esta suerte de mitificación es el cine, una de las artes más potentes a la hora de representar la realidad y plasmar un sentir popular. Por eso, que los directores admiren a estos deportistas es un primer paso para que luego nazcan películas como Fue la Mano de Dios, de Paolo Sorrentino (aunque no sea exclusivamente de Maradona, está claro que influenció la vida del director), o el documental de Kusturica del campeón del mundo en 1986. 

Un director, no tan conocido en el consumo mainstream, pero sí en el círculo de festivales, Alexander Koberidze, es fanático del hoy jugador del PSG. Incluso en su última película, imaginó un escenario con Messi campeón, y el personaje principal admira también al astro argentino. 

Tal es así que, con motivo de la presencia de su film, ¿Qué vemos cuándo vemos al cielo?, en el Festival Internacional de Mar del Plata, viajó a la Argentina y decidió quedarse a ver el Mundial desde el país sudamericano, donde el mismo se vive de una manera única en el mundo. 

La película, que obtuvo críticas más que favorables, narra de una manera muy particular un romance entre dos personas que, tras cruzarse varias veces en la calle, deciden tener una cita. Sin embargo, el día de la misma y sin saber el motivo, ninguno de los dos se reconoce. Esta suerte de realismo mágico moderno es una bocanada de aire fresco, de renovación en medio de un cine que a veces choca contra sus propias convenciones. 

Disponible en MUBI, la película de este georgiano de 38 años es una excelente invitación para poder ver muy buen cine, pero además dimensionar de alguna manera lo que genera el fútbol más allá de las fronteras, y cómo él mismo es mucho más que un deporte. 

La idea de la película comenzó a rondar desde que vio a Argentina perder con Alemania la final del Mundial 2014. Sentía que Messi le había dado tanto a su vida que debía retribuirlo de cierta manera. ¿Y qué mejor que un universo dónde se hace justicia de esa fatídica noche? La magia del cine, la magia del fútbol. 

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