El mago de Oz: la traumática experiencia que vivieron los protagonistas de este clásico del cine

En 1939 se estrenó una de las películas que mayor impacto causaría en la historia del cine: El mago de Oz. La misma no sólo fue una de las primeras películas a color, sino que además introdujo una historia que hasta el día de hoy se mantiene vigente. Sus personajes, sus decorados y su famosa canción Somewhere over the Rainbow, la convirtieron en un símbolo de la cultura y el cine.

Dirigida por Victor Fleming y protagonizada por Judy Garland, en un rol que la lanzó al estrellato, la historia nos presenta a Dorothy, una niña de Kansas que sueña con poder ir a explorar un lugar nuevo. Un día, un tornado la transporta al mundo de Oz, donde emprende un viaje por el Camino Amarillo en busca del Mago de Oz, quien puede ayudarla a volver a su hogar. A su viaje también se le unen una serie de personajes que buscan al Mago para pedirle un deseo. De esta manera, entre todos hacen frente a las adversidades y amenazas en el camino, como la Malvada Bruja del Oeste.

El mago de Oz se convirtió en un éxito inmediato. Además de conquistar las taquillas, se transformó en todo un suceso luego de introducir el Technicolor, siendo así una de las primeras películas a color, y dejando algunas de las escenas más icónicas de la pantalla como los zapatos rojos de Dorothy, el famoso camino amarillo, entre muchas otras.

También obtuvo muchas nominaciones a los Premios Oscar, incluyendo Mejor Película, aunque terminó obteniendo el premio a Mejor Banda Sonora, Mejor Canción Original y el Premio Juvenil para Judy Garland. Y aunque el filme es muy popular por el legado que dejó en la pantalla, lo cierto es que también ha cobrado fama por haberse convertido en un calvario para aquellos que lo protagonizaron.

El terrible detrás de escena de El mago de Oz

Uno de los hechos del detrás de escena de El mago de Oz gira en torno a su protagonista, Judy Garland, quien fue víctima de constantes malos tratos y abusos durante el rodaje. La actriz tenía 16 años cuando obtuvo el papel de Dorothy, y como debía interpretar a una niña de 12 años, el estudio la obligó a utilizar un corsé especial y ropa sumamente incómoda para poder ocultar su busto y aspecto físico que delataba su edad.

A su vez, la actriz fue sometida al consumo de drogas para controlar su peso y alguna que otra pastilla para sus estados de ánimo. Esto procedería a causar un gran impacto en la vida de la actriz, quien durante toda su vida luchó contra su adicción a las pastillas. Por otro lado, existen muchos reportes que aseguran que la actriz recibía constantes malos tratos por parte de otros actores y miembros de la producción.

Un aspecto muy importante de El mago de Oz recae en el maquillaje y vestuario, y sin embargo, fue esto lo que mayor trauma causó entre sus actores. Sin ir más lejos, el Hombre de Hojalata iba a ser interpretado en un principio por el actor Buddy Ebsen, pero este tuvo que hacerse a un costado del proyecto luego de que el maquillaje de su personaje, el cuál consistía en polvo de aluminio, ingresara en sus pulmones, impidiéndole respirar y causándole una reacción alérgica que lo dejó más de dos semanas en terapia intensiva.

Fue allí cuando MGM, el estudio a cargo de la producción de la película, decidió reemplazarlo por Jack Haley. Aún así, este tampoco salió ileso del personaje, pues debido al maquillaje (el cual le colocaron con una base para evitar cualquier tipo de reacción), le causó una infección ocular que le dejó un daño permanente en su visión.

Por otro lado, Ray Bolger, quien interpretó al Espantapájaros, descubrió el último día de rodaje que las prótesis que le habían pegado en la cara, le habían causado graves lesiones en la cara, dejando ampollas y cicatrices alrededor de su boca y mentón, las cuáles tardaron más de un año en desaparecer.

Como si esto fuera poco, quien peor la pasó fue la actriz Margaret Hamilton, encargada de interpretar a la Malvada Bruja del Oeste. La mujer debió utilizar un maquillaje que le dejaba toda su piel de color verde, pero los componentes de este resultaron ser tóxicos, pues utilizaban base de cobre. La cara de la actriz quedó realmente verde por semanas hasta que por fin se le quitó. 

Pero el peor de los accidentes ocurrió cuando, en medio de la escena donde la Bruja escapa tras una explosión, la actriz no tuvo tiempo de salir de escena y la producción realizó la explosión que provocó que la escoba donde se encontraba montada se incendiara y ella sufriera serias quemaduras en sus manos, rostro y cuerpo. 

Tardó casi cuatro semanas en recuperarse y en su mano debió utilizar un guante verde para cubrir las lesiones. El colmo fue que, al volver, la producción le solicitó filmar otra escena que requería la presencia de fuego, pero Hamilton se rehusó. En su lugar utilizaron a su doble de riesgo, quien también salió lastimada luego de que la escoba volviera a incendiarse.

Desafortunadamente, como estas existen muchas más historias que demuestran la terrible experiencia que vivieron los actores en el detrás de escena de El mago de Oz. Los actores enanos que habían sido contratados para interpretar a los Munchkins, solían presentarse al set en estado de ebriedad y en varias ocasiones se comportaban de manera obscena y errática. Un clásico que detrás de cámara era un completo caos.

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